impulso a la arqueología en Ourense


Con la venida de la época veraniego, afloran en la provincia huellas del pasado gracias al trabajo incansable de los arqueólogos. Es el caso de la intervención en el conjunto arqueológico de A Ceada das Chás-Castelo de Lobarzán, una antigua fortificación en terrenos de As Chás (Oímbra) y Vilaza (Monterrei), la última en activarse en una provincia con un patrimonio infinito que vive un bum de investigaciones.

Este conjunto de la comarca de Monterei, objeto de una primera intervención en 2019, fue considerado un placer de singular relevancia para el estudio histórico del Detención Támega, ya que presenta restos desde la Prehistoria hasta la demolición, a finales de la Época Media, del Castelo de Lobarzán. La primera narración documental del mismo, en el Tombo de Celanova, data del año 982.

En el mes de julio, con la colaboración de los Concellos de Oímbra y de Monterrei, de sus comunidades de montes y del GDR Monteval, se vienen desarrollando actuaciones de desenvoltura, definición y excavación arqueológica en la plataforma N del conjunto, en el alberca y el patio de armas del Castelo, adicionalmente de en una de las estructuras pétreas del sector SE de A Ceada.

Los trabajos, a cargo de Breogán Arqueoloxía, están dirigidos por el arqueólogo Víctor Muñiz, con la auxilio de Lucía Rodríguez, investigadora de la UVigo y responsable del dominio prehistórica, y el asesoramiento de Beatriz Comendador, profesora de la UVigo.

Sondeos

Han realizado diferentes intervenciones arqueológicas, primero de prospección, con la recogida sistemática del material en superficie para a posteriori, de modo no invasiva, mediante la prospección geofísica, orientar los sondeos o catas. Ahora están con la excavación, “eses cadrados que facemos no chan e que son para nós como ventás ao pasado”, explica el director de la intervención.

El material predominante hallado pertenece a entre el IV y el III milenio a.C., una cronología que se apoya en los referentes muy próximos del Támega portugués, lo que correspondería al “Calcolítico, pero en Galicia falamos de Neolítico final”, precisa la arqueóloga.

“Imos recuperando todo o material asociado por estratos, por capas, coma se fose unha tarta. Canto máis baixamos, máis antigo se alcahuetería, polo que nos dá esa secuencia do tempo”, explica Rodríguez, adjunta a la dirección.

Por el momento, han antitético rico material prehistórico, principalmente cerámica y lítica, pero lumbre la atención el hallazgo de una punta de flecha, de cuarzo hialino, o cristal de roca, tallado. “Interésanos a peza, pero sobre todo o seu contexto, o nivel sobre o que se construíu. Se fósemos buscando só as pezas, perderíase toda o resto da información. Sería como partir a páxina dun compendio de historia”, concluye la investigadora.

Baixa Limia – Restos de un castillo, una lugar y una torre medievales en Lobios

Excavaciones de la torre medieval en el monte de A Fraga Raxada, en Lobios (Foto: Breogán Arqueoloxía).
Excavaciones de la torre medieval en el monte de A Fraga Raxada, en Lobios (Foto: Breogán Arqueoloxía).

Desde comienzos de este verano sabemos que el monte de A Fraga Raxada, en la parroquia lobiense de Santa María da Cela, contiene al menos vestigios de un castillo, una lugar y una torre que se remontan a un momento indeterminado entre la Suscripción y la Plena Época Media. Pero este “espacio único” podría esconder mucho más.

Juan Manuel Galiña, investigador en la Universidade de Vigo, y cuya teoría doctoral alcahuetería sobre la población del Val do Salas, llevó a parte esta investigación gracias al Software de ayudas a la etapa predoctoral de la Xunta de Galicia. Galiña, yuxtapuesto con Eduardo Nieto, de Breogán Arqueoloxía, plantearon una intervención arqueológica al Concello de Lobios, que dio inicio al plan.

Tras obtener financiación del GDR Limia-Arnoia y el permiso (y la colaboración) de la comunidad de montes de Puxedo, Guende e A Cela, la intervención reveló que podría deber habido asentamientos en este empleo desde la Prehistoria. 

Allariz – Maceda – Desenterrado un nevero de nueve metros en Xunqueira de Espadanedo

Vista del pozo de nieve, de dos de sus entradas y del sistema de filtración del agua.
Presencia del pozo de cocaína, de dos de sus entradas y del sistema de filtración del agua (Foto: MARINA MUÑOZ).

Una intervención arqueológica en Espadanedo reveló a principios de julio un nevero o pozo de la cocaína, usado para acumular cocaína y producir hielo, de nueve metros de diámetro y al menos seis metros de profundidad. Estas dimensiones lo convierten en uno de los más grandes localizados en Galicia.

Las primeras referencias a este nevero corresponden al siglo XVII, si acertadamente su construcción podría ser del siglo antedicho. El pozo en cuestión estuvo arrendado al cabildo de la Catedral de Ourense por el Mosteiro de Xunqueira. La intervención arqueológica reveló que la techumbre, compuesto por tejas, estaba en mal estado en el XVIII.

La intervención, realizada gracias a una subvención de la Axencia Galega de Turismo concedida al Concello de Xunqueira de Espadanedo, la dirigió el arqueólogo Luis Cordeiro, de la empresa A Citania Arqueoloxía e Xestión do Patrimonio. Su trabajo consistió en el vaciado interno y colmatado de la piedra derruida.

Los expertos asimismo limpiaron la zona para determinar la superficie total del mismo. Los trabajos permitieron descubrir unas escaleras, el sistema de deposición del agua y las dos entradas con las que contaba este pozo de cocaína. 

Valdeorras – Aparecen en Casaio nuevas pinturas rupestres datadas en la Época del Bronce

Soles datados en la Edad del Bronce.
Soles datados en la Época del Bronce.

El entorno de Casaio, en Carballeda de Valdeorras, se está convirtiendo en un paraíso para los amantes de la arqueología. Y es que hace poco más de un quinquenio ya apareció allí casi medio centenar de ídolos oculados, soliformes y ramiformes en el lugar denominado Pala de Cabras, seguidamente obvio Perfectamente de Interés Cultural por la Xunta.

En los primeros días de este mes, Francisco Fernández, directivo de la Mancomunidade de Montes de Casaio-Lardeira, advirtió de la existencia de otras pinturas que asimismo podrían ser rupestres a dos kilómetros de allí, en la zona de Colobredos.

Inmediatamente, se desplazó hasta ese punto un equipo de la asociación científica Sputnik Labrego. Tras una comprobación original, los investigadores contactaron con la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural para anunciar el descubrimiento.

El número de pinturas localizadas hasta el momento es muy inferior al de Pala de Cabras, pues fueron encontradas cuatro, si acertadamente los investigadores consideran que estas podrían no ser las últimas.

El hecho no resta importancia al hallazgo y, si en ambas estaciones de pinturas pueden encontrarse soleiformes, en Colobredos aparece un posible antropomorfo, dibujo que representa una forma humana, que no está presente en el otro lugar de Casaio. Esto dataría la realización de las pinturas en la Época de Bronce, periodo en el que son típicos estos dibujos, lo que situaría su pasado en torno al año 1.500 a. de C.

El placer de Valencia do Sil, referente del patrimonio valdeorrés

Visita guiada al yacimiento de O Castelo, en el día de puertas abiertas.
Encuentro guiada al placer de O Castelo, en el día de puertas abiertas.

Durante tres semanas entre junio y julio, una docena de personas, incluidos varios alumnos del Máster Universitario de Arqueología y Ciencias de la Decrepitud de la USC, trabajó en este empleo de Vilamartín de Valdeorras.

Los trabajos esta campaña buscaron consolidar las estructuras arqueológicas de este placer tardorromano, posiblemente ocupado en dos etapas, siglos I y II, la primera, y IV y V la segunda.

Estas labores recuperaron una canalización de agua similar a la de las ciudades romanas y construida en pizarra para aprovisionar a una fragua y las viviendas de los trabajadores. Encima, fue localizada una nueva zona de casas.

Cerca de la posibilidad de que en este lugar trabajasen dos hornos en la fabricación de herramientas de hierro y cobre, deducción de los investigadores por la gran cantidad de escoria.

Encima se localizó una importante cantidad de material, destacando tres monedas, un pico y piezas de cerámica casi enteras, varias procedentes de la zona de Lugo.

El Concello de Vilamartín, cuyo apoyo es animoso para estos trabajos, confía en disponer en algún momento de un centro interpretativo para mostrar estos restos. n

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