La imagen captada por el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Aemet) nos muestra el aberración conducido como tolvanera. Se manejo de un remolino que se desarrolla en la capa inferior de la entorno, sin una conexión directa con una nubarrón convectiva, y que se hace visible por el polvo, arena o residuos que levanta. De hecho, en la mayoría de las ocasiones se desarrolla en días calurosos sobre circunscripción seco, por robusto calentamiento de la superficie y en partida de nubes bajas o con nubes de escaso explicación.
Y eso es lo que ha ocurrido en el Parque Doméstico del Teide estos días. La tolvanera se ha formado conveniente al robusto calentamiento de la superficie que se produjo el pasado domingo. Lo que provocó este aberración que la Aemet ha publicado en sus redes sociales. Se observa una enorme columna que va girando sobre sí misma, aunque con las altas temperaturas, se podía confundir perfectamente con una columna de humo provocada por algún incendio. Lo que pudo alegrar la sorpresa por parte de algún visitante que ese día estuviese en el Parque Doméstico.
Por otra parte, no es la primera vez que se produce un incendio el Teide. Sin ir más remotamente, el pasado verano, cuando el incendio que quemó más de 14.000 hectáreas en Tenerife y duró más de una semana y penetró en el Parque Doméstico del Teide. En esa ocasión, afectó a más de 1.000 hectáreas internamente del Parque y dejó daños irreparables.
Pero este aberración de la tolvanera es aceptablemente diverso. Las dimensiones típicas de una tolvanera van de medio medida a diez metros de pancho y de unos pocos metros de cumbre hasta más de cien. Su duración puede ir de unos pocos minutos a cerca de media hora en los casos más intensos. Raramente las tolvaneras provocan vientos muy significativos. Las tolvaneras son todavía conocidas como ‘diablos de polvo’ o ‘dust devils’ en inglés.
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