El Cabildo de Lucena ha detectado más de 500 irregularidades catastrales gracias a un plan puesto en marcha el pasado año. El software actuó sobre dos tipos de edificaciones: las que cuentan con osadía municipal de algún tipo y las construcciones ilegales, fuera de orden urbanística.
Ha utilizado los vuelos fotogramétricos de reincorporación resolución en el término municipal realizados entre los abriles 2019 y 2023, que evidencian esas modificaciones en cuanto a nuevas construcciones, transformaciones en las ya existentes o incrementos de edificabilidad, permitiendo que pueda exigirse con carácter retroactivo el Impuesto de Haberes Inmuebles (IBI) no satisfecho desde la ejecución de las obras.
En el primer caso, tal y como puso de manifiesto ayer la concejala María de la O Rotundo, se han detectado en estos seis meses de trabajo más de 500 incidencias susceptibles de transigencia de expediente, al no corresponderse aparentemente las licencias solicitadas con la ingenuidad urbanística detectada.
Comprobaciones
De ellas, 312 se han enviado ya al Catastro. Otras 264 necesitaban comprobaciones. En 176 casos había yerro de coincidencia entre las obras declaradas y las ejecutadas, y ha sido necesaria la realización de distintas verificaciones, quedando finalmente en 74 los expedientes notificados.
En cuanto a las construcciones fuera de orden urbanística, Rotundo dijo que el trabajo aún no ha concluido. El objetivo de este plan es «que se regularice lo existente» y, como consecuencia de ello, «se tribute en cada caso en función de la ingenuidad de las propiedades».