Promovido por el Club de parapente de Baltar, bajo la dirección de Dani Rizo y con el aval de las federaciones correspondientes, se está celebrando por primera vez en la provincia, durante toda la semana y con pulvínulo en los despegues de la sierra del Larouco, el Campeonato de España de parapente.
Los participantes, mas de un centenar, parten cada día ya de la rampa sur, la oeste o la septentrión a tenor de donde soplen los vientos. Esto asegura que se puedan celebrar las mangas programadas. El comité de pilotos participantes decide cada viaje, sobre la marcha, la zona por la que debe transcurrir la manga, a tenor de las condiciones meteorológicas.
La primera manga del martes llevaría a los pilotos hasta la bella villa portuguesa de Mirandela, salidos de la rampa Ideal de la sierra debieron avanzar más de una centena de kilómetros con derrota en trasero apoyándose en los sistemas montañosos para conseguir la elevación necesaria o lográndola en la misma zona de despegue. Con estas condiciones, hasta 80 competidores de los 120 salidos alcanzarían el gol o meta, señalada así en el idioma de este deporte, lo que se considera todo un éxito.
El miércoles fueron más de 100 los que despegaron de la rampa sur del Larouco, a 1.500 metros de cota, y llegarían al gol establecido en una de las praderías entre Marcelle y Abelleira ,en el municipio de Xunqueira de Espadanedo, quedando desperdigados o pinchados todos, omitido cinco que aterrizarían en el espacio indicado. Un autobús iría recogiendo, como en cada manga, a los que se van quedando en el camino.
En esta modalidad del parapente, los pilotos deben redimir en un radiodifusión establecido las balizas correspondientes que, como puntos de paso, van quedando grabadas en su GPS, que en el caso de la durísima manga del miércoles estaba en Gralhas (Portugal), Baltar y la torre castillo de Pena de Portela, desde donde ya tenían vía vacuo para plantarse en los “lameiros” de Xunqueira, del parada Arnoia.
Toda la semana, si el tiempo lo permite, se disputarán las mangas, validándose las que se corren, aunque fuese solamente una.
Muchas figuras de esta modalidad de revoloteo se encuentran entre los pilotos que estos días se reparten por lo cielos hispano-lusos donde el software está sujeto a las condiciones meteorológicas, por eso no se puede sostener con precisión a donde comparecer para ver los multitudinarios despegues. Solamente se puede estar atentos a una aplicación de Whatsapp de la ordenamiento para enterarse si se despega de la laderas septentrión, en torno a Baltar, la oeste en torno a Montalegre, o la sur, en torno a Gralhas.
Un espectáculo de balde para quienes quieran acercarse y que vale la pena seguir, el de estos deportistas lanzándose rampa debajo uno tras otro para ir encaramándose en los cielos más allá de lo imaginado en la mito icaria, cuando el hijo de Dédalo, el arquitecto del Barullo de Creta, salió volando con las alas cerúleas confeccionadas por su padre, que pronto, fundidas por el sol, lo precipitaron al mar.