Muchos primaveras detrás hay que remontarse para conocer el origen de la Batalla de Moros y Cristianos en Retorta (Laza). En el año 1955, Xesús Taboada Chivite publica ya un texto sobre la batalla, que por aquella época se celebraba el día 13 de junio, con motivo de la festividad de San Antonio. Tras varios primaveras sin celebrarse, hace poco más de 20 primaveras se recuperó esta tradición con diversas variaciones, como la término de la batalla, que se trasladó al día de la patrona, Santa Mariña, el 18 de julio; igualmente mudó el número de integrantes, que aumentó respecto a los ocho de cada edicto iniciales.
A las 12,30 horas de ayer, la procesión partió desde las inmediaciones de la carretera para cruzar al Campo da Ribeira, acompañada de las imágenes de Santa Mariña y San Antonio. Antaño de arribar al campo, el capitán cristiano hace un stop, en el que pronuncia su arenga, pide ayuda a San Antonio y toma reniego a sus soldados, para seguidamente avanzar hasta el centro del campo, donde el centinela moro les besalamano: “Alí”. Tras un breve diálogo entre el centinela moro y el capitán cristiano, aparece en decorado la comitiva mora con su capitán a la individuo, y tras el diálogo que representa la batalla de los dos bandos, luchan a espada, cayendo derrotados, uno más, los moros, convirtiéndose al cristianismo.
Respecto al origen de la batalla, informantes locales hablan de que la representación procedía de los “tiempos de la pleito de Marruecos”. Es cierto que en el primer cuarto del siglo XX España tuvo conflictos armados en Marruecos y puede poseer sido el estímulo para comenzar la representación de la Batalla en Retorta.