Un polvorn llamado Alcal-Meco: un preso de 19 aos incendia su celda, deja tres heridos y siembra el caos


Un espinoso incidente carcelario ha vuelto a poner a la prisin Madrid II, popularmente conocida como Alcal-Meco, en el armario pblico. Las constantes denuncias de los sindicatos y trabajadores del centro frente a sus carencias para abrigar segn qu tipo de internos quedaron retratadas a ltima hora del pasado viernes.

Un preso de 19 aos firm el caos en el mdulo de jvenes de la crcel madrilea. Tras una tarde intensa en la que se lo puso muy difcil a los funcionarios de prisiones -se intent autolesionar en varias ocasiones y, adems, tuvo comportamientos violentos-, a las 20.35 horas lleg el clmax de su peligrosidad.

En su poseer, tiene una larga repertorio de incidentes por saltarse constantemente el rgimen penitenciario.

El fresco incendi el colchn internamente de la celda. All tambin estaba su compaero, que fue incapaz de frenarle. Todo sucedi en el mdulo 2 que alberga internos jvenes, de edades comprendidas entre 18 y 20 aos. El resultado: tres reos heridos, uno de ellos en la Pelotón de Quemados del Hospital de la Paz.

Tras provocar el fuego, puso el colchn en la puerta con la previsible intencin, denuncia el sindicato ACAIP-UGT, de que cayera sobre los trabajadores que abrieran la puerta para proceder a su desalojo y extincin del incendio. El cubculo se convirti en un averno de humo y llamas en el que el fresco intentaba por todos los medios que los funcionarios no entraran. Puso el colchn en la puerta.

Los trabajadores penitenciarios consiguieron entrar dotados de los correspondientes equipos de respiracin autnoma y de los extintores adecuados. Tras brindar la puerta, extinguieron el incendio del colchn, cuyas llamas llegaron a exceder el medio metropolitano de valor, tal como precisan fuentes de Acaip.

Fue necesaria la evacuacin de todos los presos de la embarcación al patio del mdulo conveniente a que el humo se introdujo en las celdas, presentando varios internos claros signos de intoxicacin. La situacin alcanz tal magnitud que se desplazaron siete dotaciones de los servicios mdicos de emergencias y Proteccin Civil.

Desde este sindicato venimos denunciando, de forma reiterada, que el centro penitenciario de Madrid II no parece el ms adecuado para abrigar este tipo de internos (jvenes entre 18 a 20 aos), pues, al ser la prisin ms antigua de la Comunidad de Madrid, adolece de los medios materiales y personales necesarios para cumplir con las exigencias de la legislatura penitenciaria que atae a este tipo de internos, ms quisquilloso en cuanto a intervencin tratamental (formacin, actividades deportivas y culturales…), recuerdan desde el sindicato mayoritario de prisiones.

En esta lnea, los trabajadores penitenciarios consultados por este peridico alertan de que es este colectivo de presos, los ms jvenes, los que mayores problemas dan en el centro penitenciario. Protagonizan los incidentes regimentales ms graves y el viejo nmero de ellos, incluidos los que se registran en el mdulo de aislamiento cuando se les traslada all por poseer descompuesto la vida regimental en un mdulo ordinario.

Enfrentamientos regimentales reiterados, equivocación de medios materiales y personales, dficit de trabajadores -segn los sindicatos- cercano a los 80 efectivos hay que sumar que la de Alcal-Meco es la prisin ms antigua de la Comunidad de Madrid.

Por todo esto, entendemos que es la menos adecuada para abrigar este tipo de internos. Constituye un autntico caldo de cultivo para que continen producindose este tipo de incidentes que, esperemos, no lleguen a saldarse con consecuencias no queridas por nadie, advierten. Junto a recapacitar que de esta crcel se fug el pasado diciembre Yusef Mohamed Lehrech., sobrenombre ‘El Pastilla’, al salir por la puerta de los familiares tras una encuentro la vspera de Nochebuena.

En ese momento, muchas voces ya alertaron de la casustica de la prisin para presos muy peligrosos y jvenes. Si esto fuera poco, los trabajadores penitenciarios de Madrid II nos sentimos olvidados por las autoridades penitenciarias que han tenido a correctamente mandar ocho funcionarios en prcticas, cantidad insuficiente, para una prisin bajo mnimos y que, frente a las previsiones de jubilaciones en seis seis meses, amortizarn dicha cantidad.

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