Obligado a volver a la casa de su madre después de que le okuparan su casa, aunque sigue pagando los recibos


Hace ya tres abriles que comenzó la pesadilla de Luis, vecino de Las Chafiras, un arrabal del municipio de San Miguel de Abona, en la isla de Tenerife. Seis abriles detrás, él decidió traspasar su casa a una pareja, pero lo que no sabía es que la mujer terminaría ocupando su propiedad.

Viven juntos durante abriles, pero ella se separa de ese hombre y deja de acreditar el inquilinato, por lo que Luis se vio obligado a denunciar su situación y consigue la razón por parte del magistrado, por lo que se establece una plazo de emanación. Ese emanación, programado para el 19 de 2023, nunca ocurre, y es que la persona que vive de forma ilegal en la casa, se queda encinta y da a luz a un caprichoso, por lo que presenta los papeles para explicar que tiene un hijo y acogerse así a la vulnerabilidad. En ese momento, Luis pierde el derecho a consentir a su única propiedad, y, al no tener un empleo al que ir, vuelve a casa de su mama, una mujer de 95 abriles con la que sigue viviendo en la contemporaneidad.

Durante estos tres abriles, Luis ha estado pagando sus recibos de agua y luz, cifras que, asegura, ascienden hasta los 190 euros mensuales. La vulnerabilidad de esta mujer ha estado analizándose durante abriles, pero, finalmente, hace unos meses, una jueza dictaminó que no era delicado, por lo que se propuso una nueva plazo de emanación: 25 de julio de 2024. Sin bloqueo, las esperanzas vuelven a desvanecerse para Luis, y es que, al no estar conforme la okupa con el mensaje de vulnerabilidad, ésta ha solicitado un abogado de oficio para retornar a retrasar la salida de la propiedad.

Aproximadamente de 80.000 viviendas okupadas en España

En nuestro país, la okupación es un aberración cronificado. La gran mayoría de viviendas ocupadas, más o menos de un 80%, son propiedad de entidades financieras y grandes tenedores. Todavía crece la inquiokupación, término referido al momento en el que una persona accede a un asfalto de inquilinato pagando una o dos mensualidades y, de un momento a otro, deja de pagarlas, manteniendo la vivienda ocupada.

A su vez, el perfil del habilitante asimismo ha cambiado, pasando de personas vulnerables a una longevo desemejanza de perfiles que normalizan la okupación como modo de paso a la vivienda.

Realizar de forma justo frente a una ocupación

En el momento en el que un propietario tenga constancia de que su vivienda ha sido okupada ilegalmente, debe informar de guisa inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que puedan identificar a las personas que han accedido al interior de ésta. Una vez entregado el aviso, el venidero paso es interponer una denuncia, aceptablemente en la Policía Franquista, en la Agente Civil o en el Chancillería de Agente.

No es posible tomarse la honestidad por nuestra propia cuenta, y es que al reconocerse el domicilio como inviolable, nadie puede entrar en él sin una orden sumarial. Exclusivamente si tenemos conocimiento de que se está produciendo un delito evidente o se acaba de cometer, la policía puede consentir al domicilio y desalojar a los ocupantes, simplemente bajo el amparo de delito, sin que en este caso sea necesario contar con una orden sumarial.

Victoria Rodrigo, impulsora de esta campaña de recogida de firmas

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