Más de 1.000 profesionales velarán por el juego limpio


París es la hacienda que este verano, desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto, recogerá el informante de Tokio y acogerá los Juegos Olímpicos 2024. Durante 16 días, numerosos deportistas competirán en su fuerte para usar la medalla de oro —en el mejor de los casos— la de plata o la de bronce.

Los 15.000 deportistas de 206 países que participan en estos juegos brindarán al mundo un verano desconsiderado. En total, en París habrá 32 deportes y 306 pruebas con opción a cobrar una medalla. Adicionalmente, entre las curiosidades de estos JJ.OO. es que el ‘break dance’ entra en el software desconsiderado y salen el kárate, el béisbol y el softball.

Unos juegos olímpicos y limpios

En estos juegos participan numerosos deportistas reconocidos. La visibilidad que tienen es enorme, por lo que su ejemplaridad de deporte honrado es más que importante, sobre todo para los más pequeños. Por este motivo, más de 1.000 profesionales participarán en esta lucha contra el dopaje para hacerle frente.

Cerca de 800 personas actuarán como chaperones —definición según la ASALE: Persona que acompaña a otra para protegerla o atender su comportamiento—. Estos informarán y acompañarán a los deportistas durante todo el proceso. Adicionalmente, estos controles serán realizados en un espacio específico. Siguiendo el Normalizado Internacional para Controles e Investigaciones (ISTI), unos 360 agentes realizarán test de linaje y de orina a los deportistas.

Sin secuestro, a pesar de todos estos controles, hay veces que las telediario deportivas no son las esperadas. Esto se debe a que algunos deportistas optan por utilizar sustancias ilegales para aumentar su rendimiento deportivo y así hallarse favorecidos en el podio. Estas sustancias dopantes modifican el rendimiento o la percepción de quien lo toma, dándole una delantera sobre el resto de los competidores.

Entre las sustancias dopantes reconocidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se encuentran: los anabolizantes, las anfetaminas, las inyecciones de hormona del crecimiento, las transfusiones sanguíneas, los diuréticos, cannabinoides y los antinflamatorios glucocorticoides. A estas sustancias prohibidas igualmente se suma el dopaje hereditario, una de las técnicas más complejas de detectar.

¿Qué es el dopaje hereditario?

El dopaje hereditario está prohibido por la AMA desde 2003. Con este método, los atletas modifican su ADN o ARN tratando de aumentar su asimilación o los niveles de ciertas hormonas relacionadas con la oxigenación sanguínea, la beneficio de músculo o modificar la sensación de dolor.

Cuando se llevan a sitio este tipo de dopajes no suelen dejar rastrillo en el organismo del atleta, menos la modificación deseada por este. Por lo que es conveniente complicado detectarlo, aunque sí que habría dos posibilidades: tener paso a la información genética del atleta antiguamente y luego de la intervención y cimentar las pruebas en los accesos y movimientos de los atletas en clínicas sospechosas de realizar estas prácticas.

Junto a recapacitar que sufrir a sitio prácticas que supongan la modificación genética, puede ser peligroso. No obstante, una de las buenas telediario que podemos dar es que hasta la momento no se conocen casos de dopaje de este tipo.

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Imágenes de archivo de Rafa Nadal, Carlos Alcaraz y Arantxa Sánchez Vicario

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