El absentismo laboral en la UE , disparado tras el covid



España se sitúa en la parte suscripción del ranking de países europeos con maduro ratio de absentismo gremial, si adecuadamente se encuentra por debajo de economías como Alemania y Francia, según se desprende del noticia titulado “La disparidad entre los ocupados y las horas trabajadas en España”, y que acaba de difundir CaixaBank Research. El aumento del absentismo se observa en prácticamente todos los países de la eurozona. Sin confiscación, España destaca por el musculoso crecimiento del absentismo desde la pandemia.

De hecho, el estudio apunta a que España es el segundo país donde más ha crecido respecto al mismo trimestre de 2019, en concreto cuatro puntos, solo por detrás de Malta. Si se considera exclusivamente el absentismo por incapacidad temporal, el aumento respecto a 2019 todavía ha sido intenso, pasando del 2,7% al 4,6%. CaixaBank Research ha alertado de que el aumento del absentismo por incapacidad temporal que se está registrando en España incide negativamente en la productividad y en los costes laborales de las empresas, con distinto impacto en las pymes, y aumenta los costes para la Seguridad Social.

La entidad ha señalado que es fundamental una agilización de la carga burocrática y asistencial para seguir apoyando de forma efectiva a los trabajadores que no pueden trabajar, una administración e inspección adecuadas con el fin de acortar las prácticas abusivas y las ineficiencias, y una maduro colaboración de la Seguridad Social con las mutuas que reduzca la presión sobre los servicios de vigor.

36 días de pérdida

El estudio destaca que, mientras que el empleo en España supera ampliamente los niveles prepandemia, las horas efectivas trabajadas han crecido a un beocio ritmo desde entonces. El trascendente aumento del absentismo por incapacidad temporal ha sido una de las principales razones.

Según los expertos de CaixaBank Research, Natalia Bustamante y Sergio Díaz, el aumento del absentismo ha procedido del incremento del número de casos y no de la duración media de las bajas, que, incluso, se sitúa por debajo de los niveles prepandemia. En concreto, la duración media de los procesos de incapacidad temporal por contingencia global finalizados el año pasado fue levemente superior a los 36 días para los trabajadores por cuenta ajena, frente a los 38,6 días de media en 2015-2019. Pese a este descenso de la duración media, se ha producido un musculoso aumento de los procesos de larga duración, de más de 365 días, que en diciembre de 2023 ascendían a 100.734, frente a los 32.664 procesos a finales de 2019, lo que podría deberse a los retrasos en los trámites de los expedientes de incapacidad permanente.

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