El ex ministro de Transportes y ex secretario de Ordenamiento del PSOE, José Luis Ábalos, hoy diputado del Familia Mezclado, ha presentado frente a la Fiscalía una denuncia por descubrimiento, revelación de secretos y omisión de perseguir delitos contra “la persona o personas (…) responsables de la filtración a los medios de comunicación de datos personales y profesionales (…) correos electrónicos personales y, en militar, información sumarial extraída de las diligencias previas que están en trámite frente a el Audiencia central de Instrucción número 2 de la Audiencia Doméstico”. Una instrucción en la que, recalca, el imputado es quien fuera su asesor, Koldo García Izaguirre, pero no él y, pese a ello, se ve afectado directamente hasta el punto de sostener sentirse víctima de una “investigación prospectiva” y “no controlada”.
Ábalos apunta sus sospechas cerca de la Dispositivo Central Operativa (UCO) de la Guarnición Civil, cerca de el propio Audiencia que encabeza Ismael Bronceado, instructor del caso Koldo y a las partes personadas en el caso. Argumenta que estos son los dos ámbitos desde los cuales se han podido tolerar a punta las filtraciones que le afectan a él directamente y a terceras personas que sin tener cero que ver con el asunto que se investiga, los contratos fraudulentos de importación de material inodoro durante la pandemia, han mantenido con él algún tipo de relación.
El ex ministro reprocha en su denuncia al Ocupación Fiscal que no haya iniciado ninguna diligencia en defensa del interés sabido y la derecho, que considera vulnerada por la filtración de datos y documentos de la investigación policial que deberían permanecer reservados.
Ábalos argumenta que desde el inicio de las actuaciones han sido “notorias las continuas filtraciones del contenido de las diligencias a los medios de comunicación, filtraciones”, añade, “que cada vez revisten veterano dificultad por la dimensión de los datos que se difunden” y que no hacen sino vulnerar su derecho a la intimidad y al secreto de sus comunicaciones, incluidas las que mantiene con sus abogados y personas de su entorno más próximo. Mantiene que estas filtraciones, por otra parte, están expresamente dirigidas a medios que mantienen un posicionamiento “interesado” y que incorporan en su difusión “juicios paralelos”.
En el texto de su denuncia, el ex ministro afirma que “es obvio que la difusión ha sido consentida y el foco se dirige a quien tiene la obligación de preservar esa privacidad, que no son otros que los funcionarios que hayan intervenido en la investigación y quienes hayan sido custodios de esta”.
Por todo ello, reclama a la Fiscalía entre otros asuntos que encargue un referencia al Ocupación del Interior para que coteje las fechas de incorporación de los informes policiales a las actuaciones judiciales y las de publicación de los mismos en los medios de comunicación; que se dé evidencia de todos los informes de la UCO incorporados a las diligencias del Audiencia número 2 y testifical de los funcionarios de la UCO asignados a la investigación.
Ábalos se considera víctima de una suerte de búsqueda jurídico y mediática y recuerda que, ya el pasado mes de febrero, advirtió al PSOE de que él “sólo era un peón” y que, luego, se verían afectadas personas más importantes. En este sentido, establece una relación entre el caso que dice padecer y la organización de acoso y desgaste que, en su opinión, está sufriendo Pedro Sánchez y el Gobierno de coalición.