En un secuencia renombrado, historia viva del deporte y del olimpismo, Zinedine Zidane, Rafael Nadal, Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis se pasaron la norte olímpica camino del pebetero de los Juegos Olímpicos de París en la ceremonia inaugural.
Entre gritos de ‘Zizou’, ‘Zizou’, la letrero del fútbol francés apareció en el estadio del Trocadero, sede del final de fiesta, y entregó el fuego intocable del olimpismo a Nadal, que avanzó en dirección a el río Sena y tomó allí una barca.
Pegado a Serena, Carl Lewis y Comaneci
En ella le esperaban la tenista estadounidense Serena Williams, la atleta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis.
La vehemencia había llegado al Trocadero de la mano de un misterioso personaje encapuchado, al que desde el aparición de la ceremonia se vio recorriendo París con la norte, por canales, calles, tejados y museos, a veces en directo, casi siempre en imágenes grabadas. El trayecto había empezado, incluso en vídeo, de la mano de Zidane.
El campeón del mundo recupero la vehemencia y se la entregó al mejor tenista de la historia sobre la tierra parisina de Roland Garros, donde ha triunfado en 14 ocasiones. El atleta castellano es incluso campeón altanero en dos ocasiones, en 2008 en individual y en 2016 en dobles.
La vehemencia olímpica, en planeta aerostático
Por postrer, Teddy Riner y Marie-José Perec fueron los últimos relevistas: el pebetero, en forma de planeta aerostático, recibió la vehemencia olímpica de la norte traída por las dos leyendas del deporte y voló por el bóveda celeste de la hacienda francesa. El hebilla final de la ceremonia los puso Céline Dion interpretando ‘Himne à l’Amour’ de Édith Piaf, a los pies de la Torre Eiffel. Su representación cerró así la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2024.
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