Venezuela expulsa a los parlamentarios del PP y exteriores culpa al régimen de Maduro


La delegación del Partido Popular desplazada a Venezuela para apoyar a la concurso en las elecciones del próximo domingo ha sido retenida a su arribada al aeropuerto de Caracas al entender el Gobierno de Nicolás Juicioso que no contaba con los permisos necesarios para entrar en el país. Los parlamentarios españoles, invitados por el clan liderado por María Corina Machado, han sido interrogados a su arribada y poco a posteriori se les ha comunicado que serían deportados, un extremo que fuentes del profesión de Exteriores señalaban anoche que ya conocían los populares ayer de emprender el alucinación.

«El régimen dictatorial e infame de Nicolás Juicioso ha decidido expulsarnos del país y no permitirnos la entrada con argumentos absurdos y espúreos», afirmaba, ya de nuevo en la cabina del avión, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que confirmaba la deportación que fuentes del PP habían anunciado minutos ayer. Tras aterrizar a las nueve de la incertidumbre –hora peninsular–, con casi diez horas de planeo en el cuerpo, la comitiva del PP no pudo entrar al país a posteriori de que los servicios secretos la retuviera durante aproximadamente una hora. Sin paso a los dispositivos móviles, fue tras arruinar ese interrogatorio cuando uno de ellos pudo destinar el primer mensaje a Madrid: «Nos echan».

Se hacían existencia los peores presagios. Porque ese fue el momento en el que se enteraron oficialmente de que no podían entrar en el país, aunque en existencia venían rumiándolo desde horas ayer. Había sido Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional del PP y flagrante vicepresidente del Parlamento Europeo, el que había valiente la primera advertencia poco ayer de salir de Barajas. «Al lograr al aeropuerto de Caracas, si somos detenidos o expulsados, reclamaremos la presencia del director de observadores de Juicioso, José Luis Rodríguez Zapatero. Ya está avisado para que sea él mismo quién nos explique la situación y si está del costado de la pluralidad y la democracia», señalaba. Un mensaje tras el que se escondían temores fundados, pues eran varias las voces que les advertían de la posibilidad de que al lograr fueran interrogados por el servicio secreto venezolano ayer de ser deportados.

Fuentes del profesión de Exteriores informaron tras hacerse oficial la deportación que «tanto el Senado como el Asociación Parlamentario Popular» habían sido informados «de la inadmisión por parte de Venezuela» de la solicitud de «personarse como empresa de observación electoral». «Todos los grupos políticos excepto el PP decidieron no realizar el alucinación por esta razón», señalaron estas fuentes.

Un expresidente de piedra

En abandono del embajador, fue el cónsul genérico el que asistió a los parlamentarios españoles mientras estuvieron retenidos en el aeropuerto, donde todavía estuvo presente José Luis Rodríguez Zapatero, el director de los observadores del régimen chavista, tal y como había pedido González Pons. Fuentes del PP informaron a torrevieja news today de que, a pesar de los requerimientos de los parlamentarios para charlar con él, el expresidente no quiso asistirlos.

La comisión del PP estaba formada, por los eurodiputados Sebastiao Bugalho y Juan Salafranca –por otra parte del mencionado Pons–; por Miguel Tellado, portavoz en el Congreso y las diputadas Macarena Montesinos, Zapatiesta Hoyo y Cayetana Álvarez de Toledo; y por los senadores Juanjo Matarí y Alfonso Serrano, quien es todavía secretario genérico del PP madrileño.

«El tirano Juicioso se ha comportado como lo que es y nos ha impedido la entrada a Venezuela, pese a estar invitados por la candidatura de Edmundo González y María Corina Machado. Este portazo es una rotunda proclamación de intenciones. El chavismo no quiere testigos. No quiere que la comunidad internacional tenga fanales y oídos en Venezuela y por eso han impedido la entrada a delegaciones de distintos países. Lo que está sucediendo es la demostración de la desesperación del chavismo delante un mayoría que puesta por el cambio. No permitir a representantes públicos observar el progreso de unas elecciones es anunciar anticipadamente la intención de manipularlas», señalaba Miguel Tellado tras acontecer recuperado su teléfono móvil.

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo pudo conversar con algunos de ellos y mandarles un mensaje de talante para los venezolanos. «Los demócratas valoran que estemos a su costado, pese a las amenazas, para desnudar la tiranía de Juicioso delante el mundo. Es el régimen el que tiene miedo, saben que el espíritu tolerante del pueblo venezolano es imparable», apuntó el gallego.



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