Las viviendas de uso turístico tienen cada vez más presencia en O Barco. Tras expandirse por las ciudades y sus periferias, este tipo de establecimientos se han instaurado en O Barco y otras zonas de Valdeorras. Actualmente, el REAT (Registro de Empresas y Actividades Turísticas) contabiliza 13 establecimientos de este tipo en la villa barquense; le sigue A Rúa con 7 viviendas turísticas. En total, son 77 las plazas que se ofertan por diferentes puntos de la pueblo barquense. La mayoría se sitúan en el casco urbano, pero asimismo se pueden encontrar en los pueblos de Alixo o Forcadela.
Las VUT (Viviendas de Uso Turístico) son aquellos inmuebles cedidos, directa o indirectamente a un tercero a cambio de un precio. Para ello debe ser reiterada y con un periodo inferior a 31 días. Todavía cuenta con un total de 3 apartamentos turísticos con 20 plazas en total. Dos de ellos se encuentran fuera del casco urbano, en Tremiñá y Veigadecabo. A diferencia de las VUT, estas deben estar destinadas exclusivamente a uso turístico. Las viviendas turísticas pueden ser utilizadas por sus propietarios cuando no están alquiladas.
En cuanto a los establecimientos hoteleros, O Barco cuenta con 3 hoteles y 11 pensiones que ofrecen 410 plazas. Desde el sector hotelero muestran su disconformidad con la norma presente de las viviendas turísticas, siendo más laxa que la de sus negocios. Montserrat Rodríguez, apoderado del Hotel Monumento Pazo do Castro, explica que están en desventaja a la hora de competir con este tipo de hospedajes. La ley presente exige unas condiciones mínimas, tanto de infraestructuras como de emplazamiento. Cada habitación debe tener un exiguo de metros cuadrados, aprovisionamiento, baño propio y accesibilidad. Por otra parte, exige una cantidad mínima de personal.
Rodríguez aclaró que la norma de los hoteles exige un emplazamiento adecuado. Señaló a su vez que a las viviendas turísticas no se les exige ningún tipo de personal más que el de la virtud: “A todos mis trabajadores se les hacen exámenes periódicos donde se comprueba su estado de vitalidad. Cada mes en los hoteles se examina el estado del agua y asimismo de todos los alimentos”.