Con la abandono de lluvias el sector primario atraviesa un momento crítico. “Una situación insostenible”, así lo describe Óscar Bayot, vaquero de Ares del Superior, un municipio del interior de Castellón que sufre las consecuencias de esta sequía.
Óscar ha heredado esta profesión de su comunidad y ahora asegura que el sector atraviesa una gran crisis “mi padre con 80 abriles en absoluto ha vivido una situación así, estamos contra las cuerdas, si no se soluciona me tocará matar a todos los animales y cerrar la explotación ganadera que tengo”.
Ofrendar animales por la sequía
Este vaquero ya se vio obligado a matar algunos de sus animales el verano pasado. Y este año el atmósfera es aún peor. Llevan más de seis meses con sequia extrema, “en todo el invierno ni ha llovido ni ha nevado, siquiera se hace pasto y nos ha tocado transportar agua que es un plus financiero extra para todos los ganaderos”, remarca Óscar.
Desde ayer que la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana ha puesto en marcha una campaña para suministras agua a las 338 explotaciones ganaderas de esta comunidad que sufren las consecuencias derivadas de esta sequía. Un total de 200 camiones cisternas con 25.000 litros de agua cada uno para satisfacer las balsas y evitar que los ganaderos sacrifiquen a sus reses. Una medida que esperan que ayude a disimular esta problemática, al menos durante estos meses de verano.
¿Cómo administrar agua?
La sequía nos ha puesto frente al espejo, ¿qué podemos hacer para administrar agua? Cada visaje importa, por ejemplo no poner el lavavajillas hasta que esté satisfecho o acortar el tiempo de la ducha, porque cinco minutos bajo el agua suponen un desembolso de 100 litros. Hemos saliente a la calle, y la verdad es que la mayoría de ciudadanos se muestran concienciados de que esto es poco urgente.
Si la situación no mejoría y pronto, nos desidia agua. Un hombre nos explica que “el agua es un aceptablemente escaso” y otro novicio que “cascar el llave y que no se te acabe es una guisa de desperdiciarla y creemos que nunca tiene fin”. En cada domicilio gastamos de media más de 140 litros al día. Donde más consumimos es en nuestro aseo. Evitar bañarse, una ducha de sólo 5 minutos supone el consumo de más de 120 litros.
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