Puigdemont insiste en que volverá a España para el debate de investidura


Entre 1.500 y 2.000 personas, en su mayoría jubilados, han acompañado a Carles Puigdemont en el anuncio de su regreso a España «le pese a quien le pese». El expresidente ha dicho que «prórroga que las autoridades eviten una detención que sería arbitraria» y que «los jueces tienen la obligación de aplicar las leyes que aprueba un Parlamento democráticamente estimado».

En la pequeña villa francesa de Els Banys i Paladà, Puigdemont se ha reafirmado en la promesa de su retorno inminente a España cuando se celebre el próximo debate de investidura, y ha dicho que «sólo un codazo de Estado» le impedirá estar en el Parlament. El expresidente ha repasado la trayectoria de Junts y ha cargado contra la inversión del Estado en Cataluña, contra la Probidad y contra la figura de Salvador Illa.

El animador ha presentado el acto como «la fiesta de verano de Junts en el cuarto aniversario de su fundación». Allá quedan los tiempos en que el expresidente podía convocar a 150.000 personas y de todas las edades en Perpiñán, en 2020, pocas semanas antaño de que el mundo se parara por la pandemia del Covid.

La alcaldesa de Els Banys i Paladà ha hablado primero, comparó a Espanya con el Jurassic Park e instó a los presentes a defender a Puigdemont «con las uñas, si hace descuido» en su regreso a España. A continuación, la expresidenta del Parlament, Laura Borràs, ha homenajeado al exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, incluso presente en el acto. Ha reclamado a Esquerra y la CUP dispositivo política y pensar en el futuro «sin retrovisor», aunque ha obligado que los independentistas tienen motivos para estar cansados.

Tras la intervención del diputado Josep Lluís Cleries, recientemente retirado, ha sido el turno de Xavier Trias, que como su predecesor en el uso de la palabra ha laborioso para repasar su trayectoria y se ha despedido de la política activa. El secretario normal Jordi Turull ha interrumpido su encendido discurso contra el magistrado Marchena y Salvador Illa, y en defensa de su partido, porque le ha sonado la amenaza del móvil. Lo ha mirado y ha dicho: «la pastilla».

Finalizado el parlamento de Puigdemont, los dirigentes de Junts y los asistentes se han fundido en un desayuno popular.

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