Las agresiones a sanitarios en Córdoba aumentan un 6,5% entre enero y junio


La Consejería de Sanidad y Consumo de la Congregación de Andalucía ha contabilizado de enero a junio de 2024 un total de 924 agresiones a sanitarios frente a las 862 del mismo periodo del año precursor, lo que equivale a un aumento de poco más del 7 por ciento. En 2023, se contabilizaron 1.564 agresiones en la comunidad. De las 924 agresiones contabilizadas en el primer semestre de este año, un total de 205 han sido físicas y 719 no físicas. Por provincias, Sevilla ha registrado 219, seguida de Málaga, con 175; Cádiz, 165; Córdoba, 98; Ciñuela, 92; Jaén, 73; Almería, 71; y Huelva, con 31.

En el caso de Córdoba se mantiene la misma proporción de subida que en el resto de Andalucía ya son seis más que en el mismo periodo de 2023, cuando se contabilizaron 92. En esos seis primeros meses de 2022, el número fue de 54, casi la fracción que el postrer cantidad. Durante todo el año pasado se registraron 149 agresiones (de los dos tipos). Más de la fracción se produjeron en Atención Primaria y la mayoría son verbales, resultando que en el Distrito Váter Córdoba-Guadalquivir se han producido 38 agresiones, lo que representa el 25,5% del total de la provincia.

Una de las últimas y más aparatosas sucedió en la población de Fernán Núñez el pasado mes de junio, cuando una persona acudió a las Urgencias del centro de vitalidad, exigió que le abrieran la puerta, amenazó al celador y llegó a destrozar con golpes el cristal de la entrada, lo que provocó que el trabajador tuviese que citar a la Número Civil y ésta detuviera al atacante.

Cartas, alarmas y cámaras

En este sentido, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) informó ayer de que está enviando cartas a los agresores «afeándoles» esas conductas y recordándoles que «en modo alguno es admisible el trato incorrecto por parte de pacientes o usuarios a profesionales de la sanidad pública; mucho menos una golpe física o verbal».

«Este centro no tolerará ninguna desatiendo de respeto en torno a los profesionales y el trabajo que realizan, indicándole que nos vemos en la obligación de ejercitar, con el mayor rigor, las acciones que nos asisten como Delegación pública».

Adicionalmente de las cartas, el SAS explicó ayer que va a terminar de repartir este año alarmas en los servicios y zonas más conflictivas que sirven para «persuadir» y para «avisar» a otros sanitarios antaño una posible golpe. Hasta el 30 de junio de este año, se han repartido 4.185 alarmas individuales. En los centros hay instaladas 4.489 cámaras de seguridad; 868 GPS en ambulancias; 1.208 interfonos; y 16.351 software antipánico. Hay, adicionalmente, 5.524 timbres de alerta en consultas y se han realizado 730 controles de entrada mediante maleable electrónica o con una contraseña táctil.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *