Los cuatro supervivientes gallegos del Argos Georgia aterrizarán el domingo en Santiago


Casi una semana posteriormente del montaña, está previsto que los seis supervivientes españoles del trágico desmoronamiento que ha vuelto a ponerse la vida de marineros gallegos regresen a paraje franquista a lo dilatado del domingo. El capitán, José Saborido Rey; el superior de máquinas, Ramón García Reiriz; el primer oficial; José Ramón Hombre Saborido –todos del municipio coruñés de Ribeira; y el segundo oficial, Francisco Gondar Sanjorge –vecino de Pontevedra–, llegarán a Santiago de Compostela. Por su parte, según informaron desde la Delegación del Gobierno en Galicia, los dos observadores científicos que iban a costado del buque, Amparo Burguillos, de Albacete; y Pere Hernández, de Barcelona; aterrizarán en Madrid.

Tal y como indicó el gobierno de las Islas Malvinas a través de sus redes sociales, «13 de los 14 supervivientes regresaron a Stanley el miércoles por la tarde«, emplazado a unas 170 millas náuticas del zona del hundimiento del palangrero de la empresa Argos Froyanes, donde se les realizó un agradecimiento médico. El otro superviviente llegó el jueves a costado del pesquero vigués Robin M. Lee, que, contiguo con el Puerto de Toro, además llevaron a tierra los nueve cuerpos que se han recuperado hasta la data. Entre ellos, dos gallegos: el patrón de pesca, César Acevedo Durán, de Vigo; y el cocinero, Santiago Inscripción Amoedo, de Baiona.

Una vez en la haber de las islas, tal y como informó la Delegación del Gobierno en Galicia a los medios de comunicación, el viernes los seis supervivientes españoles prestaron comunicación delante las autoridades británicas, el posterior trámite antiguamente de poder ser repatriados. El avión fletado por el Servicio de Defensa para traerlos de envés a España, que despegó el viernes con destino a las Maldivas, aterrizó en las islas inglesas en la albor del sábado. Una vez allí, desde el ocupación de Margarita Robles comenzaron a trabajar en un itinerario de regreso, ya con la previsión de dejar en Santiago de Compostela a los cuatro tripulantes gallegos y en Madrid a los dos observadores científicos. Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Galicia, y coincidente a la previsión del Servicio de Defensa, el avión marcial aterrizará en suelo franquista a lo dilatado de la viaje del domingo. Un recuentro que las familias esperan con ansia.

Por su parte, los cuerpos de los cuatro fallecidos aún no podrán venir a España. Primero, coincidente «a los protocolos exigidos por las autoridades británicas», tal y como indicaron desde la Delegación del Gobierno, serán trasladados a Oxfordshire (Inglaterra), donde se les realizará la necropsia. Junto a memorar que tanto Santa Helena, de donde era la bandera del Argos Georgia, como las Islas Malvinas, son territorios británicos de ultramar.

Por su parte, ayer, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, dedicó unas palabras a los supervivientes, a los fallecidos en el desmoronamiento y a sus familias, en la VIII Romería Abanca internacional celebrada en el parador Doméstico de Baiona –de donde era, precisamente, uno de los fallecidos, Santiago Inscripción–. El mandatario autonómico se refirió a esta «desgracia» como «otro condenado desmoronamiento», que ha vuelto a ponerse la vida de los que trabajan en el mar, poco a lo que Galicia no es ajena. «Estamos esperando a que lleguen los supervivientes, que a Dios gracias además los hubo», explicó, y a los que «por su puesto» acompañarán desde la empresa autonómica, «igual que a los fallecidos y a sus familias», puntualizó, «cuando los devuelvan para que puedan enterrarlos en paz». Y concluyó: «van a merecer siempre nuestro regalo».

Se manejo de una de las muchas muestras de afecto que se han ido llevando a punta estos días en municipios de toda la Comunidad que, en viejo o beocio medida, se vieron afectados por la tragedia. Una tragedia que además ha dejado secuelas en las Islas Malvinas. Allí, las autoridades locales han puesto a disposición de la ciudadanía un servicio de bienestar emocional, al que podrán asistir todos los miembros de la comunidad, participasen o no en las tareas de búsqueda y recuperación.

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