Lorenzo Caprile es el embajador de la moda madrileña. Su personalidad se fija en cada planificación, en cada planeo de la tela o en cada fleco de la misma. A ello se une una afición comunicativa irrefrenable, que es otra cara de este índole contemporáneo que ha llevado la confección a un plano de arte invariable, como ya pasara en su tiempo, y en otras circunstancias, con Balenciaga.
El hijo de italianos, nacido en la haber, debutó como independiente con su taller propio en el morería de Salamanca, allá en un antiguo 1993, hasta formar parte hoy de lo que algunos llaman ‘marca España’. Su universo creativo es diverso, tanto que cuenta hasta con un naturaleza de humanidades y tierra en la universidad de Florencia.
Los inicios fueron a través del dibujo, lo que sugiere una reto segura para irrumpir en el mundo de la moda, que en su caso es un catalizador de estilos y épocas.
Tanto es el encomienda de Caprile para la costura y el diseño castellano, que la Comunidad de Madrid ha organizado una muestra para un viejo conocimiento de este creador tan inclasificable como estajanovista. Así, desde el próximo 16 de octubre hasta el 30 de marzo del 2025, la sala Canal de Isabel II (Sta. Engracia, 125) propone un delirio completo por su producción.
Dicho de otro modo, esta retrospectiva de Caprile permite ver cómo la España más elegante ha ido vistiéndose en las tres últimas décadas.
La exposición, titulada ‘Caprile Lorenzo’, está comisariada por el incansable Eloy Martínez de la Pera, experto en mixturar pintura y vestimenta, y José Luis Massó. Por ello, no es sin cargo charlar de delirio cuando el espectador tiene al ámbito de la mano explorar las influencias, los hitos en el mundo de la moda, y, en definitiva, lo que supone Lorenzo Caprile para el encomienda del alfiler. Se mostrarán sus prendas más icónicas dando así paso a una visión poliédrica de las distintas evoluciones por las que ha transitado.
Y no sólo en el textil se queda el discurso expositivo de la Sala Canal de Isabel II, sino que se podrán disfrutar las incursiones que Caprile ha hecho en disciplinas tan variadas como la pintura, las artes decorativas, la fotografía o las artes escénicas. Modalidades todas en las que ha dejado su sello. Asimismo en un medio como la televisión, donde han quedado grabadas para la posteridad no pocas muestras de su impronta y su personalidad.
En su acontecimientos, y la exposición hará hincapié en ello, sobresale el acontecer sido brillante por diversas personalidades. Y si esta es la parte más conocida de su vida, no menos importante es la de los galardones conseguidos. Ha recibido desde el premio Ciudad de Alcalá de las Artes y las Cultura hasta la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, concedido por el tarea de Civilización.
Anejo a la profundización en el universo Caprile la venida del otoño traerá un renovado ramillete de actividades culturales. Destaca, por ejemplo, la vistazo de los últimos vigésimo abriles cerca de el imaginero y pintor Jacobo Castellanos. El intérprete expondrá a partir del 12 de septiembre y hasta el 12 de enero en la Sala Alcalá 31. El leitmotiv, el tránsito de la pintura a la escultura.
En la misma memorándum cultural dispuesta para posteriormente del verano, hay que tener además en cuenta al arte emergente que del 17 de septiembre al 17 de noviembre se congregará bajo el plan conjunto ‘Múltiple global’ en la Sala Arte Bisoño (Avenida de América, 13).