Una ourensana, nacida en Trives, da el salto de enfermera a campeona body fitness


Cuando se trata de deportes, una emoción especial se enciende en la trivesa Ruth Medina Caneda.

Desde hace más de veinte años trabajando como enfermera es el día a día de Ruth, que a pesar de sus horarios siempre tuvo el deporte y la aptitud física como algo importante en su vida, capaz de compatibilizarlo con el resto de sus actividades vitales.

A sus 46 años y con una carrera deportiva que comenzó hace apenas un lustro en una rama del culturismo, el body fitness, hoy se alza como campeona de su categoría en Cataluña. En dos semanas la deportista consiguió quedar primera en dos competiciones: Promesas de Girona y Campeonato Comptal de Barcelona.

Ruth Medina Caneda posando tras la competición con uno de sus trofeos.
Ruth Medina Caneda posando tras la competición con uno de sus trofeos.

Así es esta trivesa, que supo seguir una pasión que cambió su vida y con la que sueña con iniciar un camino participando a nivel nacional e incluso en competencias internacionales, dentro de esa rama del culturismo. Este es el tercer año que compite tras el parón por la pandemia: “Mi idea es hacer algo a nivel nacional, la primera competición a la que entré fue justo antes del covid y se paró todo”, afirma. Y agrega: “Allí seguí entrenando en casa con el material que pude y luego lo retomé”.

Sobre sus inicios, cuenta que siempre hizo deporte, inicialmente corriendo, “al principio diez kilómetros diarios, pero ya pasados ​​los 41 vio que quería ganar más masa muscular”.“No me gustaba y el gimnasio donde iba a nadar tenía sala de pesas, así que empecé con tres días a la semana”, explica Medina Caneda. En ese momento no esperaba acabar en ningún podio, sino tener un cuerpo más definido. “En la sala tenía una monitora que competía y me animaba a prepararme, soy muy disciplinada y eso requiere mucha organización y disciplina”, lo que la llevó a iniciar su preparación y competir en torneos soñando con seguir escalando posiciones.

La enfermería sigue siendo su trabajo, ya no en urgencias hospitalarias sino en un centro de salud de Barcelona. Indica que compaginar trabajo, familia y deporte requiere la máxima organización y “cuando se acercan las competiciones tengo que comer cada tres o cuatro horas, por lo que tengo que buscar un minuto en el trabajo para poder mantener mi dieta en todo momento”. Los inicios para la familia tampoco fueron fáciles, admite, ya que “me veían como ‘estás loca’, pero ahora tengo todo su apoyo”.

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