La chispa de la crimen de cientos de hectáreas de cubierta vegetal, la maduro parte sin valencia ecológico exclusivo, prendió en una zona de Arganda del Rey donde estaban trabajando unos agricultores y se extendió a Loeches. Una máquina cosechadora, según las fuentes policiales consultadas por torrevieja news today, provocó la espita, aunque se manejo de un siniestro fortuito, y no intencionado. Hay cuatro personas investigadas, varones de entre 37 y 50 primaveras, todos españoles. Se les acusa de un delito de imprudencia formal.
Sobre las 14.15 horas del miércoles, la sala del 112 comenzó a percibir llamadas. Fueron numerosas, alertando de que las llamas se acercaban peligrosamente a una zona urbanizada del municipio de Loeches. Fuentes del caso aseguran que fue un primer agricultor que conducía la cosechadora quien advirtió de lo que estaba ocurriendo y reconoció su implicación, eso sí, de modo accidental. La hipótesis más probable es que las cuchillas de la máquina, al contactar con una piedra, provocaran esa chispa necesaria para prender el fuego, y el singladura se encargó de extenderlo de modo rápida. Este jueves por la tarde, se hablaba de entre 500 y 700 hectáreas afectadas, sobre todo de pastos, pinar y olivar.
Nuestros informantes detallan que los agricultores de la Comunidad de Madrid, por lo normal, «están muy preparados y concienciados» y que cuentan con medias de prevención, como extintores, y deben poseer permisos para el uso de estas máquinas. La Vigilancia Civil, cuyo Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investiga el caso, palabra de imprudencia formal y recuerda que, al estar activado el nivel de parada peligro de incendio por parte del Plan Específico de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales (Infoma), se encuentra prohibida de 15 a 21 horas la maquinaria agrícola que pueda producir deflagraciones, chispas o descargas.
El oficial de Bomberos Comunidad de Madrid, Braulio Sánchez, actualiza la situación del incendio
El de Loeches es un siniestro de importancia sobre todo por la cercanía extrema a la que llegaron las llamas a numerosas viviendas. Hasta 60 personas de 15 viviendas, pertenecientes a tres fincas y a la colonia Ducado de Loeches fueron evacuadas. Las imágenes del fuego casi devorando las casas eran estremecedoras. Al falleba de esta tiraje, el siniestro se encontraba en grado de control, estabilizado.
Los residentes afectados sufrían con deducción preocupación el miércoles lo que estaba sucediendo en la pueblo, de 9.000 habitantes, con la angustia prendida al estómago. «Hemos escuchado la golpe y luego ya hemos trillado las llamas», explicaba Isabel, que temía que el fuego pudiera durar a su vivienda frente a el rápido avance de las llamas y la presencia de un cachas singladura en la zona que ayudaba a su propagación.
Indignación municipal
«Estamos muy cerquita. Echando agua para que no pasasen», relataba a Ep la mujer, que recuerda que desde hace tiempo se lleva reclamando que pongan zonas hidraúlicas de agua «pero no las han puesto todavía». «Ya está adecuadamente», comentaba indignada.
«Ha ardido el monte en cosa de segundos», detallaba otro autóctono de la pueblo mientras enfriaba con una manguera de vergel las zonas cercanas a su vivienda «por si quizá salta alguna chispa, ya que hay llamas todavía en el suelo».
Según narraba, las llamas se originaron en una zona cercana al instituto, y rápidamente se propagaron «por la movimiento del singladura, seguramente». Consecuencia del incendio, la Vigilancia Civil de Tráfico tuvo que cortar las carreteras M-300 a la cima de Loeches y la M-210.
En el ocupación siguen trabajando 12 dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid y cuatro helicópteros. Durante el día hubo que sofocar varios reavivamientos y perimetrar la zona para seguir sofocando el incendio. En el puesto de mando se encontraba el director de la Agencia de Seguridad y Emergencias del Ejecutor regional, Pedro Antonio Ruiz, y el corregidor de Loeches, Antonio Theodori.
A primera hora, un helicóptero comprobó desde el gracia la zona afectada. En torno a de las 00.30 horas la situación operativa bajó al nivel 0, aunque la zona permanecía perimetrada y los medios trabajando, ya que continúaba en grado de control.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, asimismo quiso desplazarse al ámbito afectada y destacó la coordinación entre las diferentes administraciones y «el compromiso de los capital del Gobierno de España». Al encontrarnos en un nivel extremo de peligro de incendios en la región, pidió «prudencia y responsabilidad» a todos los ciudadanos para que episodios como esos no se repitan.
Igualmente en El Molar
Por si fuera poco, la caminata de este jueves se complicó aún más a partir de las 15.40, cuando comenzaron a durar avisos de otro incendio en la autovía de Burgos (A-1), a la cima del término de El Molar. Fuentes del caso explicaban que todo comenzó al arder un camión en la carretera y que, de nuevo por el singladura, las llamas se propagaron con celeridad, en la zona del punto fastidioso 43. Hubo que cortar el tramo de entrada a Madrid.
A partir de ese momento, la Comunidad de Madrid decidió activar la situación operativa 1 del Infoma. Trabajan en la zona un total de 15 medios, 3 aéreos y 12 terrestres, pertenecientes a Bomberos, Brigadas y Agentes Forestales. Aunque ha acudido una mecanismo del Summa-112, al falleba de esta tiraje no se habían reportado heridos ni intoxicados.
El fuego llegó a acercarse demasiado a dos viviendas. Una hubo que desalojarla y la otra no porque no había nadie. A las 18 horas, el incendio se encontraba en grado de estabilización y se había instalado un puesto de mando para coordinar los trabajos de cese en el frontón del polideportivo.