La arribada de los fondos Next Generation aceleró la puesta en marcha de las comunidades solares, ya que permitió el llegada a financiación para muchos pequeños concellos que no podrían hacerse cargo por su cuenta la construcción de las infraestructuras. Es el caso de A Gudiña y Muíños, que se han unido a dos cámaras municipales portuguesas para constituir una comunidad energética transfronteriza. José María Charca, responsable de Medio Concurrencia y Energía de la Diputación de Ourense, comentaba que “es un esquema que será financiado 100% por la Unión Europea, lo que evita repercutir el coste de las instalaciones y servicios en la comunidad energética, lo cual abaratará el formar parte de ella”.
La previsión es que una vez principio a funcionar el huerto solar, “durante las horas de longevo consumo cada uno pueda tirar de una cuota asignada”, cuenta Charca. “Igualmente beneficiará a las instituciones públicas, que podrán sujetar el consumo eléctrico de los medios municipales”. El coste total de la instalación ronda los 586.000 euros.
Para Muíños será la segunda comunidad energética de la que forme parte. Plácido Álvarez Dobaño, corregidor de la entrada fronteriza, comentaba que “acadamos unha subvención de 307.000 euros para este software”. El regidor se mostraba “especialmente satisfeito por estar nestes dous programas. Axudarán a que a vila teña máis servizos e prever a despoboación”, ya que el parquedad previsto en consumición eléctrico se podrá cambiar en otros programas. Sobre la gobierno, Álvarez Dobaño recuerda que “tardaron asaz tempo en resolver as axudas, pero agora todo está en marcha para que operen antaño de final de ano”.
En cuanto al parquedad que supondrá para los vecinos, en Muíños creen que podría suponer una reducción en el recibo eléctrico de entre un 40% y un 60%.
Los vecinos de Monterrei tendrán un sistema de calefacción por biomasa
Los proyectos de comunidades energéticas no se limitan a las placas solares. Esta semana se constituía oficialmente en Monterrei una nueva comunidad de 36 integrantes que van a suponer por centralizar la calefacción a través de una caldera de biomasa. Una iniciativa que recibirá financiación europea. Rafael Castro, técnico municipal de Monterrei, cuenta que “é un proxecto que xurde da lugar maniquí de Infesta. A través de fondos Interreg, e en contacto con outras localidades portuguesas, preparamos un proxecto para crear unha rede térmica que distribúa auga quente para os radiadores xerada a través dunha caldeira de biomasa”.
La caldera se alimentará con fragmento de madera, y una serie de bombas distribuirán el agua caliente. Cada parte de la comunidad energética pagará en función de las calorías que consuma. “Só terán que avalar o mantemento e o combustible”, asegura Rafael Castro. Las obras de construcción ya están proyectadas, y adecuado a la financiación europea, tendrá que comenzar a funcionar en 2025 para no incumplir los plazos marcados.
La existencia de este tipo de redes está muy extendida en el ártico de Europa, y para preparar la suya, en Monterrei conocieron modelos como el de la haber de Islandia, Reikiavik, donde este tipo de redes ya lleva un tiempo funcionando. “Máis ca dificultade nas obras, o que nos preocupa é facer as cousas ben”, comenta el técnico Rafael Castro. “Vai a ser unha rede moi illada para minimizar a perda de enerxía”, añade.
En cuanto al parquedad financiero que supondrá para los vecinos, Castro afirma que algunos aprovecharán para instalar por primera vez calefacción en sus casas, pues las construcciones antiguas no incluían estos sistemas. Y “para os que teñan calefacción de gasóleo, calculamos que o aforro será dun 50% aproximadamente”, indica Rafael Castro.
El esquema lleva en ampliación un año y generó asaz entusiasmo entre los vecinos de Monterrei, quienes superaron las expectativas del Concello a la hora de unirse a la recién constituida comunidad energética. “Para que se puxera en marcha, a comunidade precisaba de alomenos 15 integrantes, e xuntamos 36”, explica Rafael Castro.