El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo de Ourense bajó sutilmente con respecto al mes inicial. En julio la provincia tenía cuatro personas en paro menos que en el mes de junio. En total, eran 14.155 las personas registradas sin trabajo, un 0,03% menos que el mes previo. La signo de parados todavía desciende con respecto a la registrada hace doce meses. Ourense tiene 760 empleados más que hace un año.
Según los datos del Servicio Sabido de Empleo, hay 5.890 hombres y 8.265 mujeres sin empleo en la provincia. 619 de esas personas desempleadas son menores de 25 abriles.
El paro aumentó en 59 personas en el sector servicios, aunque se contrarrestó con el descenso de desempleados en sectores como la agricultura, la industria o la construcción.
Aumenta el paro en Galicia
Las oficinas gallegas de los servicios públicos de empleo subió en 107 personas en julio, en relación con el mes inicial, lo que supone un 0,09% más que en junio, pese al descenso a nivel franquista. Así se desprende de las cifras publicadas este viernes por el Ocupación de Trabajo y Posesiones Social, que sitúan el total de desempleados gallegos en los 118.045, un 7,38% menos que hace 12 meses.
Por provincias, en todas ellas el paro registró tasas negativas menos en Lugo, donde subió en 262 personas, hasta 11.397 desempleados. En A Coruña, el número de personas sin empleo bajó en el extremo mes en 144, hasta 46.789, y en Pontevedra, en 7, hasta 45.704 desempleados.
Del total de parados gallegos, más del 59% era mujer y un 3,6% tenía menos de 25 abriles.
Por sectores, la mayoría todavía registró una caída del paro, como la agricultura, donde 108 personas encontraron trabajo. En la industria hubo en el mes de julio en Galicia 152 parados menos y en la construcción 122. Sin confiscación, el sector servicios registró 483 parados más y las personas sin empleo previo, 6 más.
Entre otros datos, los beneficiarios por prestaciones de desempleo en Galicia alcanzaron las 75.513 personas, de los cuales 33.656 percibían una prestación contributiva. De media, estos últimos cobraban 935,6 euros al mes, por debajo de los 969,3 euros de media franquista.