El exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea afirma que el documental “No me llames Ternera” que se estrena hoy en el Festival de Cine de San Sebastián “no es lo que esperaba” y sus autores “han hecho lo que creían”, al tiempo que Ha indicado que la película “necesita contextualización”.
Urrutikoetxea hace estas declaraciones en una entrevista publicada este viernes por Berria, que, según informa el propio periódico, fue realizada el jueves en la localidad vasco-francesa de Ciboure, situada a unos diez kilómetros de la frontera.
El ex miembro de ETA afirma que “ahora es el Festival de Cine” pero las “polémicas” sobre él han surgido “fácilmente” porque el “Estado español se ha construido una imagen” de él “que gestiona en función de su interés y de la momento que te interesa.”
Ha indicado que los primeros contactos para realizar la película fueron en París en 2020, después de que el Tribunal de Apelación de París acordara que saliera de prisión y fuera puesto bajo arresto domiciliario por motivos de salud.
Afirma que el mensaje que ha querido transmitir en la entrevista es que “hay que ir al origen y el origen es un conflicto político” provocado por los “Estados español y francés contra Euskal Herria”.
Al documental campañol “le falta ese hilo político”, “le falta contextualización”, afirma el exdirigente de ETA.
“Lo que se explica (en la película) es mi opinión sobre algunos hechos, algunas acciones duras. Tomé riesgos y este no es el resultado que esperaba, pero no voy a entrar en el trabajo de los autores de la película. Han hecho lo que creen; yo tengo otra visión y otra idea de ese trabajo, pero lo digo con todo respeto”, afirma.
Urrutikoetxea insiste en que “lo que ha querido demostrar a la sociedad española” es que ha sido “un conflicto político”, con “todas sus duras, crudas consecuencias, que no tienen vuelta atrás”, y precisa que “no creo que nadie vaya a alegrarse de estos hechos” en referencia a la violencia de ETA.
“Cuando en una pelea tan violenta y dura como ésta entramos en esa dinámica, de un lado y del otro, se pierde la empatía con el otro”, afirma.
Señala que reconoce en la entrevista su implicación en el asesinato del exalcalde de Galdakao Víctor Legorburu en 1976 y asegura que el tema surgió en el contexto de los años 70 cuando se mencionaron “otros atentados” de ETA antes y después. la muerte de Franco pero reconoce que “no tenía ningún propósito concreto” al revelar ahora su participación.
Ha indicado que era consciente de que el documental iba a tener un “tremendo impacto” e indica que “el frente mediático moverá lo que les interese” y no será para su beneficio.