Albert López sufre las consecuencias de la actitud de Rosa Peral en la cárcel y también es castigado


Rosa Peral y Albert López Cumplen condena por el asesinato de Pedro Rodríguez, en un caso ocurrido en mayo de 2017 y que tuvo mucha cobertura mediática desde el primer momento. Hubo una muerte violenta de por medio (en un coche calcinado), tres policías urbanos con episodios un tanto polémicos en sus carreras, un crimen pasional y muchas mentiras.

Además de la compensación económica, Rosa fue condenada a 25 años de prisión y Albert, su ex amante, a 20 años tras un juicio que los consideró claros. culpable, pese a que siguieron asegurando su inocencia y realizaron acusaciones cruzadas. Ahora, con ya unos años en prisión, el caso ha vuelto a copar muchos titulares tras la producción de un documental y una serie en Netflix para explicar la historia.

Además de recordar el crimen, este gancho de televisión Ha sido la excusa para sacar a la luz cómo se encuentran ahora los dos autores del asesinato, cómo han vivido la aparición de estas producciones y cómo han colaborado en las mismas. Y precisamente este aspecto ha provocado una noticia inesperada tanto para Rosa como para Albert, que han visto cómo las consecuencias de los montajes modifican un aspecto crucial de su día a día en prisión.

Contactos restringidos

El cambio se ha producido después de que a principios de esta semana se revelara entrevistas a rosa con medios. Atendió el teléfono desde la prisión en la que se encuentra (Mas d’Enric, en Tarragona) a los periodistas, que retransmiten las conversaciones en exclusiva esta semana, tras los estrenos en Netflix. La Generalitat, a través del Ministerio de Justicia, Derechos y Memoria, decidió, al conocer esto, abrir un expediente por “mal uso” del régimen de comunicaciones que tienen los presos.

Fuentes regionales destacan que “garantiza la libertad de expresión y de prensa” y que nunca prohíben las entrevistas con los condenados pero sí fijan sus condiciones. Así, entre otros aspectos, deberán ser autorizados previamente por los servicios penitenciarios y no podrán grabarse con sonido ni con voz, salvo casos excepcionales. A efectos prácticos, el fichero representa un penalización y restricción de llamadas de Rosa desde la cárcel.

Esta medida de rebote afecta también a Albert, que cumple condena en Quatre Camins (Barcelona). Tal y como informó La Vanguardia en las últimas horas, su abogado ha informado de que han abandonado al detenido sin poder tener contacto telefónico con nadie, ni siquiera con su familia, y ha lamentado que esto llegue a pesar de que está teniendo un comportamiento discreto. Al parecer, el veto ha estado motivado porque entre los diez números de confianza a los que puede llamar hay dos periodistas.

Ahora Albert sólo puede llamar a su abogado, y previa autorización. Su abogado lamenta que en los últimos tiempos le hayan ofrecido varias entrevistas pero que las haya rechazado todas porque prefiere guardar silencio, a pesar de que las otras voces que han hablado le han vuelto a señalar como único autor del crimen. , aunque la sentencia los culpó a ambos.

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