«No debe dejar a un gurí de tres primaveras porque su padre no ha hecho una reserva». La réplica de un restaurante a una reseña negativa de un potencial cliente que se quedó sin mesa ha puesto el foco sobre las tretas que emplean algunos comensales y que enojan especialmente a los profesionales de la hostelería. Un aberración que prolifera, adicionalmente, en los meses verano con motivo de la temporada adhesión del turismo en España.
Jesús Soriano, el creador de contenidos que se ha erigido en defensor de los trabajadores del sector a través de sus cuentas de Soy Camarero en las redes sociales, ha difundido el caso de un padre que critica con dureza a un recinto porque no logró ser atendido cuando acudió con su hijo de tres primaveras y sin reserva: «Nunca se deja a un gurí sin engullir, se costal hueco de donde sea».
La reseña, con la puntuación más descenso posible, obtuvo la réplica de los responsables del restaurante: «Esperamos que la próxima vez haga su reserva correctamente». El establecimiento le da la envés al argumento del progenitor y sostiene que «no debes dejar a un gurí de tres primaveras sin engullir porque su padre no ha hecho una reserva y ha aparecido en hora pico a esperar que le dejen una mesa vacuo».
Para Soriano, la conclusión está clara: «Señor, la infracción de que su gurí se quede sin engullir es de usted no del restaurante».
La difusión de este cruce de mensajes ha generado un debate en redes sociales que apunta mayoritariamente a los padres que emplean esta logística: «Resistir al gurí para dar pena y saltarse las reservas ya tiene delito». Otros mensajes apuntan a la ironía: «La próxima vez, que el restaurante llame a los servicios sociales por tener al gurí sin cenar».
En otros casos se apunta que «la reseña ya es lamentable, pero usar a tu hijo de tres primaveras para ocurrir por encima del resto de comensales con reserva, lo es aún más». Una táctica que no sólo se limita a los restaurantes. De hecho, hay testimonios que explican que esta situación pasan «cientos de veces en los hoteles con matrimonios con hijos pequeños que llegan de aurora buscando habitación, les dices que estás harto y se enfadan con el argumento de cómo voy a dejar en la calle a unos niños».