El paisaje, atiborrado de bosques, ya nos da pistas: nos acercamos al pueblo más fresco de España. En nuestro país hay refugios para escapar de la canícula. El ejemplo más claro está en Teruel, donde se encuentra Griegos, un pueblo de al punto que 140 habitantes que, no en vano, es la segunda aldea más inscripción -por altitud- de nuestro país, estando a más de 1600 metros. Y eso se nota, sobre todo por las noches.
“Viene mucho turista a ver el paisaje. Les agrada mucho y van buscando el fresquito, sobre todo con este tiempo, que hace mucho calor”, nos comenta Dariela, cubana que lleva siete meses en este remoto rincón de los Montes Universales y que trabaja en el hostal-restaurante del pueblo.
Al preguntar a los vecinos acerca de aquello que diferencia a Griegos de las demás localidades, no dudan en hacer narración a las temperaturas. “De los 40 grados donde vivo, paso a una máxima de 31”, declara Amelia, aragonesa de La Almunia de Doña Godina.
“Yo por ejemplo soy valenciano… y en Valencia no se puede estar ni al sol ni a la sombra“, nos confiesa Lluismi. Su mujer, oriunda del pueblo, ha atraído a su consorte a este encantador pueblo, donde ya forman parte de una de las cuadrillas que animan las fiestas.
Ascua, trabajadora del único bar del pueblo, ha asegurado que “muchísima familia dice que por las noches aquí se está muy perfectamente“, remarcando que ella necesita una mata y un pijama para poder adormecerse.
A su vez, un amigo de la zagal camarera llamado Manolo, ha recordado lo mucho que nevaba cuando era un crío. Un engendro meteorológico que unos abriles posteriormente es mucho más escaso.
Algunos vecinos van a más y no pueden adormecerse sin colchas. Este es el caso de María, que vive en una de las casas más antiguas de Griegos. “Estas colchas las echamos todos los días”, ha afirmado divertida María.
El cambio climático además se siente en Griegos
Nos encontramos en el pueblo más fresco de España, pero el cambio climático además se siente en Griegos. Prueba de ello, es que la hora de la siesta se respeta aquí igual que en el resto del país y a esta hora al punto que encontramos familia por las calles.
Aunque siempre hay excepciones. “¿A dónde vas con esa botella refrigerada?” le preguntamos a una vecina que sale de su casa, en el momento más cálido de recorrido, pertrechada con una fresquita botella de cava. “Pues ya ves… a celebrar con la comunidad un buen acontecimiento” nos asegura sonriente. Se nota que está de descanso.
El empleo valentísimo para hacer deporte
A 1.800 metros de cota, Griegos cuenta con el empleo valentísimo para que entrenen todo tipo de deportistas en cualquier época del año.
Francisco, concejal de Medio Dominio de la aldea, ha informado acerca de que los deportistas llegan a Griegos buscando tranquilidad, ya que están en una zona desconocido, y por el clima.
“Salen encantados los chiquillos”, asegura Francisco, que confirma que desde el Junta están buscando familia e inversiones para que el pueblo siga siendo un referente en la comarca.
De hecho, Griegos es el mejor indicativo de que ha nacido un nuevo concepto de turismo: el del frescor.
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