La Audiencia Nacional condena a 30 años de cárcel al etarra Carrera Sarobe por el asesinato de Giménez Abad


La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 30 años de prisión al etarra Mikel Kabirikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, por el asesinato del senador y presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad el 6 de mayo de 2001. en Zaragoza. Debe indemnizar a su viuda y a sus dos hijos con un total de 750.000 euros y absolver a Miren Itxaso Zaldua, acusada junto a él.

La sentencia, que cuenta con el voto particular del magistrado Ricardo De Prada, considera probado que Ata se encontraba ese día en Zaragoza como miembro de ETA con “el fin” de asesinar al senador porque, según relatan los magistrados, la banda terrorista “perseguía el Independencia del País Vasco del resto de España mediante acciones violentas contra personas y propiedades. De hecho, reivindicaron aquel atentado con una nota en Gara dos meses y medio después.

El asesinato se produjo pasadas las seis y media de la tarde, cuando Giménez Abad salía de casa con su hijo, que entonces tenía 17 años, camino de La Romareda para ver un partido. Según los hechos probados de la sentencia, “cuando ambos caminaban por la calle Princesa, Carrera Sarobe se les acercó por detrás y le disparó a don Manuel dos tiros a quemarropa”. El senador cayó al suelo y allí Ata le disparó un tercer tiro en la cabeza. Su hijo presenció toda la escena.

“Entonces Carrera Sarobe se dio a la fuga y se acercó a una mujer cuya identidad no ha sido acreditada y le entregó un objeto, tras lo cual el imputado y la mujer huyeron por distintas calles”, establece el tribunal, que saca de la ecuación a Zaldúa por falta de información. evidencia de que era ella. De Ata, sin embargo, considera que las pruebas presentadas en el juicio son “absolutamente convincentes” de su culpabilidad.

En este sentido, la sentencia destaca el testimonio de Borja Giménez, hijo de Giménez Abad, quien “contó desde el primer momento lo que pudo presenciar porque prestó declaración en la comisaría el 8 de mayo de 2001”, y luego lo ratificó en la investigación. .

En el juicio celebrado el pasado mes de julio en la Audiencia Nacional mantuvo el mismo relato que había contado hace 22 años: que Carrera Sarobe le miró a la cara tras los dos primeros disparos y lo tenía delante cuando detonó el tercero. «Aún estaba mirando a Borja cuando se fue. Se veían perfectamente las caras”, informa el tribunal.

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