Galicia sigue perdiendo población, y un año más el saldo vegetativo de la comunidad no sólo es negativo, sino peor que el año anterior. Tanto es así, que en 2022 Sólo uno de los 313 municipios gallegos tuvo más nacimientos que defuncionesAmes, mientras que Vigo tiene los peores datos de cualquier comunidad.
El Instituto Gallego de Estadística refleja en su estudio de movimientos de población de 2022 que la comunidad, que presenta un nivel vegetativo negativo desde 1987, ha vuelto a registrar Menos nacimientos que en el periodo anterior., pasando de 14.787 a 14.475. Por municipios, Ames es el único de toda la comunidad en el que los nacimientos superaron a las defunciones, 216 nacimientos que dejan a la localidad con un saldo vegetativo de 17 y se convierte en el único de toda Galicia con datos positivos al respecto. En 2021, Salceda de Caselas fue la otra localidad gallega que apareció en esta ‘lista de aprobados’, pero el nuevo informe la sitúa con un saldo de -12.
En el lado opuesto se encuentran los ayuntamientos de las grandes ciudades gallegas, estando Vigo tiene el peor balance vegetativo de toda la comunidad (-1.457), seguida de La Coruña (-1.279), Orense (-795) y Ferrol (-709). Santiago, Lugo y Pontevedra, por su parte, tampoco tienen datos muy alentadores con saldos de -460, -473 y -382 respectivamente.
Si analizamos los nacimientos por provincias, La Coruña y Pontevedra vuelven a acumular el mayor número de nacimientos, 6.155 y 5.246 respectivamente, multiplicando hasta por 4 los registros tanto de Lugo (1.734) como de Orense (1.340). En total, los datos provisionales del IGE reflejan una disminución del 2,11% entre 2021 y 2022. Además, se produce un retraso en la edad en la que las mujeres gallegas tienen sus hijos, siendo el 79,21% del total mayores de 30 años. En este sentido destacan datos como el aumento de madres mayores de 40 años, que refleja ya el 15,16% de los nacimientos frente al 7,13% de 2012.
Por su parte, las muertes sí aumentaron como consecuencia del envejecimiento poblacional que la comunidad ya está sufriendo de forma sistemática, y es que de las 34.964 muertes registradas el año pasado, más de la mitad (54,41%) fueron personas de 84 años o más. El estudio refleja también que las mujeres gallegas tienen mayor esperanza de vida que los hombres, y las muertes ocurren a edades más avanzadas. De hecho, el 77,51% tenía más de 80 años frente al 55,87% de los hombres.
Más matrimonios pero cada vez más tarde
Como dato positivo, sin embargo, encontramos un incremento del 13,98% en los matrimonios, pasando de 8.481 en 2021 a 9.667 en 2022. Una vez más, las provincias de La Coruña y Pontevedra acumularon la gran mayoría de matrimonios (4.319 y 3.352 respectivamente), mientras que en Lugo y Orense sólo se registraron 1.055 y 941. Del total, una abrumadora El 97,66% fueron bodas entre personas de distinto sexo, representando los matrimonios entre dos hombres el 1,16% y entre dos mujeres el 1,18%. Esto implica una tasa de variación interanual respecto a 2021 del 45,45% en el primer caso y del 15,15% en el segundo.
Volviendo al matrimonio entre personas de diferentes sexos, el IGE señala una Retraso considerable en las edades de matrimonio de la población gallega., especialmente entre los hombres. Respecto a los datos de 2012, que reflejaban que el 67,95% de las mujeres y el 79,98% de los hombres tenían 30 años o más, el año pasado estas cifras aumentaron hasta el 80,20% y el 90,82% respectivamente.
Finalmente, la mayor variabilidad en relación con los matrimonios entre personas de distinto sexo se encuentra en el tipo de celebración, donde se aprecia una diferencia. marcada tendencia al alza hacia los vínculos civiles. Hace una década, estos representaban el 61,22% del total, mientras que los matrimonios en la Iglesia católica representaban el 38,35% y los relacionados con otras religiones el 0,42%. Sin embargo, el año pasado hasta el 86,12% del total de bodas celebradas en Galicia se realizaron por lo civil, y sólo el 13,63% por la iglesia.