Si nos centramos en el patrimonio ampelográfico, es asegurar aquel que se centra en las diferentes variedades de uvas, Ourense es la tierra origen de muchas variedades minoritarias, algunas casi desaparecidas y exclusivamente vinculadas a pequeños productores, pero incluso de nombres que han cogido notoriedad internacional.
Godello, treixadura, ferrón, torrontés, banda o blanca de Monterrei son algunas de las más de una veintena de uvas originarias de Ourense o, por lo menos, consideradas autóctonas de alguna de sus regiones vinícolas.
Godello
La más copioso de las uvas originarias de la provincia es la godello, de la que Ourense recogió diez de los merienda millones de kilos producidos en Galicia en la cosecha de 2023. En la pueblo de Portela, concello de Vilamartín de Valdeorras, se encuentra el viñedo Pedrouzos.
Es la relato más antigua (1885) que se tiene de la uva godello en todo el mundo. Valdeorras y El Bierzo comparten historia vitivinicultor y muchas varieades. Alguna, como la mencía llegó a Valdeorras de los viñedos bercianos. La godello hizo el alucinación inverso y no fue la única. Estaladiña, incluso convocatoria “pan e carne”, viajó desde Ourense a Valiente y hoy ha vuelto a Ourense, a uno de los viñedos de la bodega Roandi en Éntoma (O Barco).
Variedades del Ribeiro
El Ribeiro cuenta con una gran riqueza de uvas propias. Comenzando por la treixadura, su variedad blanca mayoritaria, seguida por la torrontés, que encontramos en los coupages (mezcla de variedades de uva) de muchos ribeiros blancos, especialmente en el valle del Miño, pero incluso en elaboraciones monovarietales, como la que este año llevó el Acio de Ouro al mejor caldo de variedades singulares.
Entre las uvas blancas naturales del Ribeiro, la que más ha recuperado circunscripción luego de estar al borde de la acabamiento es la banda, originaria de los valles del Miño y el Arnoia en el municipio de Arnoia, de la que el colleiteiro José Estévez elaboró el primer monovarietal hace ya más de diez abriles. Otro colleiteiro del mismo municipio, Bernardo Estévez, recuperó la silveiriña, una uva blanca que se daba por desaparecida. La albilla do Avia incluso estaba documentada hace más de cien abriles. Hoy se puede ingerir un monovarietal gracias al colleiteiro Manuel Formigo.
La moda de los blancos pone en peligro muchas variedades tintas
Si hoy vivimos el esplendor de los vinos blancos ha sido a costa de perder circunscripción los tintos que fueron mayoritarios durante siglos y con ellos las uvas que prosperaban antaño de la aparición de la filoxera. Entre las que se consideraban ourensanas de origen o ampliamente arraigadas en los viñedos de esta provincia destacan uvas como ferrón y caíño magnífico, vinculadas históricamente con el Ribeiro.
Ourensana es incluso la merenzao, conocida como espurio en Monterrei y María Ordoña, emparentada con la trousseau noir francesa. Precisamente en Monterrei , encontraremos variedades cuyo origen está asociado a esa región vinícola, como la zamarrica, una uva tinta que lleva más de cien abriles arraigada en su circunscripción, incluso conocida como caíño da terra y tinta femia (que no tiene cero que ver con la tinta femia del Morrazo) de la que incluso hay registros en el Ribeiro, aunque prácticamente había quedado en el anonimato hasta que la recuperó el viticultor y bodeguero de Verín José Luis Mateo, al igual que hizo con otra blanca casi extinta, la monstruosa que, con la blanca de Monterrei es una de las señas de identidad de la viticultura histórica de esa zona vinícola. Incluso una uva tan global en toda la península Ibérica, la tempranillo, tiene su ecotipo propio en la DO de Monterrei: la araúxa.