El camino del socialista Salvador Illa a la Presidencia de la Generalitat se antoja satisfecho de sobresaltos hasta el postrero día. Tras el polémico acuerdo con ERC, que hizo saltar todas las alarmas además internamente del PSOE, Junts y el expresidente catalán Carles Puigdemont han entrado ahora en conjunto reclamando protagonismo con la anunciada dorso del prófugo a España y su segura detención.
En Junts están heridos desde la incertidumbre electoral del 12 de mayo y se sienten adicionalmente traicionados por ERC, que ha aceptado entregar la investidura a Illa a cambio de un incierto concierto crematístico. «ERC ha cambiado de banco», acusó ayer directamente Laura Borràs, presidenta de Junts, situando a los republicanos fuera del pedrusco independentista. El propio Puigdemont esperó para salir a secuencia a que los militantes de ERC refrendaran el acuerdo con los socialistas y, en la carta que publicó el sábado en la red social X, adelantaba que esa votación hacía que su detención sea «una posibilidad vivo en muy pocos días».
Ayer no hubo más noticiario, aunque todo el mundo mire con interés con destino a la frontera pirenaica que separa España y Francia. Siquiera Borrás quiso dar más detalles pero adelantó que sí los habrá cuando se convoque formalmente el pleno de investidura. «En el momento que haga errata daremos indicaciones a nuestros diputados y a nuestros cargos electos, pero los detalles no los avanzaremos», dijo.
De momento, el plan previsto sigue su curso y el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull, hizo manifiesto ayer el calendario para esta semana a posteriori de que Illa comunicase formalmente su voluntad de someterse a un pleno de investidura al contar con los apoyos necesarios para ser estimado.
El proceso comenzará mañana con una ronda de consultas con todos los portavoces parlamentarios y el pleno de alternativa del socialista se prevé el jueves. La secuencia se retrasa un día respecto a la idea original de iniciar hoy mismo la ronda parlamentaria. Fue ERC la que pidió más tiempo alegando «motivos de memorándum». Los republicanos tienen aún flecos por cerrar, como el debate generado entre las juventudes del partido respecto a la investidura de Illa. De hecho, una de las diputadas de ERC en el Parlament, Mar Besses, forma parte de esta estructura jovial y su voto en contra dejaría al socialista sin la mayoría que necesita para la alternativa.
En medio de este marco, el regreso de Puigdemont a España y el huella político que pueda tener sobrevuela este calendario y organización política de todos los actores. Junts ya ha dejado claro que va a competir esta mano y no va a dejar advenir ocasión para manifestar su descontento. Su distancia con ERC volvió a mantenerse documento en las palabras de Borrás: «Nosotros nos mantenemos más firmes que nunca y hacemos piña en torno al presidente Puigdemont, que es el mejor revulsivo para el país».
La expresidenta del Parlament reivindicó que el independentismo tenía más peso en la configuración presente la cámara catalana que la suma del PSC y los Comuns y pidió retornar a pensar en «bloques nacionales y no ideológicos». «Ahora veremos a un partido independentista haciendo presidente al candidato más españolista que se puede imaginar», denunció en remisión a ERC y su acuerdo con Salvador Illa.
De la dorso de Puigdemont poco se sabe. Ni del dispositivo policial que pueda estar ya preparado para su detención ni de los planes de los suyos para el antesala tras siete primaveras fugado. Desde el Ejecutor catalán se han escaso a asegurar que el expresidente será recibido «como el resto de exiliados». Estos fueron homenajeados por sus simpatizantes a su aparición y a posteriori recibidos por el presidente ya en funciones de la Generalitat, Pere Aragonés, con la secretaria caudillo de ERC, Marta Rovira, a la capital. «Todo el mundo es consciente del peso que tiene el presidente Puigdemont, del simbolismo que representa», aceptó la pasada semana la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.
Apoyo a Puigdemont, rechazo a Illa
Incluso la asociación independentista Òmnium Cultural expresó ayer su rechazo a la Presidencia de Salvador Illa y avisó de que trabajará desde la sociedad civil para organizar mayorías que defiendan «los objetivos del derecho a la autodeterminación y de un Estado catalán propio». Lo que además garantizó fue su apoyo a Puigdemont a su regreso.
«La simple hipótesis que pueda ser detenido, pese a la aprobación de la ley de condonación, es poco gravísimo que pondría de manifiesto la rebeldía del poder jurídico frente a una ley democrática aprobada parlamentariamente por el poder legislador», reivindicó.Todo en el donaire para una primera semana de agosto sin ocio en el Parlamento de Cataluña.