Bernardo Ortega y Marisa Navarro eligieron la provincia de Ourense como uno de sus destinos de recreo para este año porque, en cierto modo, sentían poco de conexión. Se dedican a la elaboración de caldo en Albacete y sabían que aquí había muy buenos caldos. Empezaron por conocer la Ribeira Sacra y, antiguamente de poner rumbo a Pontevedra, han hecho una parada en la ciudad de las termas.
¿Cómo surge la votación de este destino para sus recreo?
Queríamos un sitio tranquilo y con mucha naturaleza para desconectar al 100%. Galicia nos pareció una gran opción, con costa y montaña. Teníamos amigos aquí y encima nunca habíamos estado. Decidimos abrir por la Ribeira Sacra, porque sabíamos que era una zona con muchos viñedos y bodegas. Nosotros, somos elaboradores de caldo, así que eso es poco que nos encanta.
¿Qué medio de transporte han usado para entrar hasta aquí?
Hemos venido en coche desde Albacete. La verdad que ha sido una gran atrevimiento porque así hemos tenido autodeterminación para desplazarnos por más lugares.
¿Qué actividades han podido realizar?
Hemos hecho un represión. Pasamos dos días en Parada de Sil recorriendo un poco la zona, todavía hicimos el alucinación en catamarán y vimos los viñedos. Ahora nos vamos a Pontevedra para encontrarnos con nuestros amigos, pero antiguamente hemos parado en Ourense para usar la ocasión. Fuimos a las termas de Outariz, pero no nos gustaron demasiado, nos faltó quizá un poco de contraste con el agua fría.
¿Qué destacarían de lo que han trillado hasta ahora?
Los vinos de la provincia tienen gran calidad, pero la cocina todavía es espectacular. Hemos probado croquetas de centollo, pulpo á feira y unas volandeiras. Comeremos en un bar que tiene un menú a muy buen precio.