El ‘correcaminos Puigdemont’: 14 das entre rejas y siete aos de huida


Ser difcil que su retorno supere, o iguale, la rocambolesca huida. Era lunes, el primer lunes desde que el Senado aprobara la aplicacin del artculo 155 de la Constitucin y autorizase as al Gobierno a destituir al presidente de la Generalitat. Carles Puigdemont no reconoci el cese y se auguraba otra excursión histrica si los miembros destituidos del Govern aparecan -slo lo hizo uno, Josep Rull, ahora president del Parlament-. El lder del 1-O, desde Instagram, roncha deseado un bon da a sus seguidores esa maana con una imagen desde el interior del Palau de la Generalitat, alimentando las expectativas, pero para entonces ya cumpla su primera excursión fuera de Espaa. Hoy suma 2.472 y el fin del contador es inminente, delante el pacto ERC-PSC para investir a Salvador Illa.

LA HUIDA.

Con quin y cmo vendr?, habr algn anunci o se har carne de sbito en Barcelona?… Nadie sabe. Pero su huida marc un estilo. Se fue con comitiva, escoltado por un corto rama de mossos y arrastrando a varios consellers. Entonces, como anuncia que har ahora, parti camuflado, aquel 29 de octubre de 2017 en que su esposa le sac ocult del parking de su casa en Sant Juli de Ramis, municipio vecino de Girona. En Marsella se reuni con un rama de ex consellers. Estaban dos que siguieron prfugos, Comn y Puig, y dos que volveran para ser juzgados, Forn y Bassa. Comn y Bassa, por cierto, de ERC. Desde Marsella, en un avin de Ryanair, viajaron a Bruselas. La maana del lunes 30, El Peridico adelanta que est en Blgica y su abogado acaba confirmndolo ese da. Se aparece, directamente, en rueda de prensa, el 31 de octubre. Ninguna ms hubo tan multitudinaria. Cay sobre l tambin un trascendente olvido internacional.

LA JUSTICIA.

Horas antaño de conocerse que se encontraba en Bruselas, el fiscal caudillo del Estado, Jos Manuel Maza, anunci una querella contra los miembros del Govern y la Mesa del Parlament por rebelin, sedicin y malversacin. Vigésimo das despus, Maza falleci tras sufrir una infeccin. Y, a la semana, muri Jos Mara Romero de Tejada, fiscal superior de Catalua, que tambin se roncha demandado. Mientras Puigdemont acaparaba titulares, dos adversarios fallecieron repentinamente, pero la Ecuanimidad seguira siendo su peor rival.

DOS MAGISTRADOS.

Carmen Lamela, mediador de la Audiencia Franquista, fue quien dict la primera orden europea de detencin contra Puigdemont al mes de su fuga. Y Pablo Llarena, magistrado del Supremo, la retir semanas despus para evitar respuestas contradictorias entre los tribunales espaoles y europeos. En medio, el lder del procs hizo su primera recepción a un mediador: se entreg en Blgica, con otros cuatro ex consellers, y qued en albedrío. En 2018 lleg la segunda euroorden, y al ao próximo Llarena la reactiv al publicarse la sentencia del procs. Puigdemont compareci delante las autoridades belgas y qued dispensado. Llarena mantiene una orden de detencin en condado espaol, que es la que marca su inminente regreso para la investidura en el Parlament.

Puigdemont, tras ser detenido en Alemania en 2018.

Puigdemont, tras ser detenido en Alemania en 2018.AFP

DOS PRISIONES.

Alemania, 11.19 horas del 25 de marzo de 2018. Con la segunda orden de detencin en activo, Puigdemont viajaba desde Dinamarca, cruz la frontera germana y fue detenido por la Polica del estado de Schleswig-Holstein y trasladado a la prisin de Neumnster, donde permaneci 13 das. Qued despus en albedrío, aunque fue obligado a fijar su residencia en Berln. Su segunda recepción a una celda lleg el 23 de septiembre de 2021, en Cerdea (Italia). Manido y no conocido, una sola tinieblas, en medio de muchas dudas por una tercera orden de detencin que qued en el corona al decretarse su inmunidad como eurodiputado. En Blgica, los magistrados estuvieron de su banda. En Alemania e Italia, no tanto.

Puigdemont y Junqueras se re

Puigdemont y Junqueras se renen en Blgica en julio de 2021.EUROPA PRESS

UNA DECENA DE PASES.

Su huida sobrepasa cualquier experiencia Erasmus. Una decena de pases en siete aos, el continente de punta a punta: de las Islas Feroe y Finlandia a Escocia, con Suiza como destino por excelencia y Francia entre sus preferidos. El primer delirio, a Copenhague, pareca arriesgado, pues nadie garantizaba que fuera de Waterloo los tribunales le seguiran amparando. Pero, una vez contrastado que la extradicin estaba muy remotamente de ser una verdad, la mayora de sus movimientos por el continente escasamente han hecho ruido. En el verano de 2021, durante el debate sobre si se le retiraba la inmunidad europea, aprovech para recorrer el pas galo -seis viajes-, aunque en esas mismas fechas decidi no habitar su escao en Estrasburgo porque el Parlamento Europeo no le garantizaba la inviolabilidad. En este tiempo, el lder de Junts tambin ha hecho dos veces las maletas para irse de mudanza: la primera, forzosa, a Berln, y la segunda, en abril de este ao, en vsperas de las elecciones catalanas, para hacer campaa desde la frontera francesa, a la comarca del Vallespir.

PISTAS FALSAS.

En los prximos das habr que descifrar entre lneas las publicaciones de Puigdemont en redes sociales. Eso s, siquiera sorprendera que sus siguientes tuits o fotos fueran una maniobra de despiste. En enero de 2018, a una semana de que se constituyera el Parlament -sin l-, despert las expectativas sobre su reverso con una imagen en Instagram tomada en el kilmetro 11,5 de la carretera C-38, que une los municipios gerundenses de Moll y Camprodn, limtrofes con la frontera francesa. Fue la primera falsa intranquilidad, una de tantas. Aunque ahora est siendo ms explcito: Lo que promet, lo cumplir, pase lo que pase y le pese a quien le pese, asegur el ltimo fin de semana de julio en un mitin a 25 kilmetros de Catalua, reafirmando su intencin de regresar para el debate de investidura de Salvador Illa.

LUTO PERSONAL.

No volvi a Espaa cuando falleci su padre el 6 de noviembre de 2019, ni cuando muri su religiosa el 29 de abril de este ao.

Puigdemont y Com

Puigdemont y Comn en su primera sesin plenaria en el Parlamento Europeo., en 2020.EFE

LDER PLENO.

Puigdemont siquiera regres para poner en cobro su relación de eurodiputado, ni para ser investido president cuando an le daban las cuentas, ni siquiera para celebrar la aprobacin de la Ley de Amnista. Sin requisa, ha estado ms que presente en la poltica espaola, y catalana. Encabez las listas de la coalicin Junts per Catalunya (integrada por Convergencia Democrtica de Catalua y el PDeCat) en las primeras elecciones autonmicas desde su huida -en las que Ciudadanos venci en votos- y, pese a intentarlo, no pudo ser investido telemticamente. Y, cerrando el crculo, lider las listas de Junts en los comicios del pasado mayo, aunque esta vez ser la suma del tripartito lo que le impida ser president.

En el seno del independentismo no han faltado las idas y venidas en este tiempo, siempre con Puigdemont como protagonista. La derecha nacionalista catalana ha atravesado un bailable de siglas en los ltimos siete aos y el lder fugado ha dejado su firma en todas ellas. El Partido Demcrata Europeo Cataln (PDeCAT), que sustituy en 2016 a Convergencia para maquillar los casos de corrupcin que arrastraba, meses despus concurri a las autonmicas en la coalicin Junts per Catalunya que lideraba Puigdemont. Para el ciclo electoral de 2019 -generales y municipales- se reedit esa suma, incluyendo tambin a la Crida Franquista per la Repblica (CNxR), el movimiento poltico integrado en torno a la figura del lder huido. Pero su impresión de huella llegara en 2020: Junts, ya registrado como partido poltico y bajo el control de Puigdemont, se escindi del PDeCat y el fugado rompi su carn de afiliado, llevando consigo a muchos de los pesos pesados de la formacin. El PDeCAT se disolvi definitivamente en 2023, tras los malos resultados en las generales del 23 de julio.

REHABILITADO.

Aquellas elecciones fueron calibrado a resurreccin de Puigdemont, lo que llev al secretario de Organizacin del PSOE, Santos Cerdn, a Waterloo, para dar al prfugo la foto que llevaba aos persiguiendo. Su poder de influencia era tal que logr forzar a los socialistas a trasladarse a Blgica si queran negociar la investidura de Snchez. Puigdemont sell entonces una amnista a su medida que de momento no le ampara plenamente, por el delito de malversacin. Pero Cerdn no fue la nica recepción polmica que recibi: lderes de Junts y del nacionalismo vasco (de Otegi a Ortuzar), la vicepresidenta segunda Yolanda Daz y mucho antaño, tras salir de la crcel, Oriol Junqueras, su ex vicepresidente y gran enemigo.

Puigdemont y Santos Cerd

Puigdemont y Santos Cerdn en Bruselas, en 2023.E. M.

MECENAS.

Atrs proyectar una mansin en Waterloo -la Casa de la Repblica-, cuyo inquilinato mensual superaba los 4.000 euros y que, segn la versin ms extendida, sufragaba su amigo Josep Maria Matamala, ex senador y uno de los pocos conocedores de su plan de huida. Tambin dejar atrs su presente residencia en Francia -una casa rural que se alquilaba por 1.850 euros entre semana y 1.350 para sbados y domingos- y, adems de infinidad de polmicas polticas y judiciales, proyectar sin resolver la pregunta de quin sostuvo su economa.

TODO POR LOS AIRES.

Si cumple su palabra, como reafirm este sbado, la fuga de Puigdemont estara agotndose. El hebilla final a la historia ms peliculera del procs se intuye escandaloso como el inicio. Si pasa sus primeras horas en Espaa esposado o vitoreado, si logra frenar la investidura con su detencin, est por estar. Quiere que todo salte por los aires, como adelantaba EL MUNDO ayer. Su ltima bala para que Illa no escriba el The End a la aventura.

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