Este martes, un especie de activistas del colectivo ecologista Futuro Vegetal ha llevado a lengua una protesta en la vivienda en Ibiza del reconocido futbolista argentino Lionel Messi. Los manifestantes lanzaron pintura roja y negra contra la figura de la propiedad y desplegaron una pancarta con el mensaje ‘Help the Planet – Eat the Rich – Abolish the Police’ (‘Ayuda al planeta, cómete un rico y abolir la Policía‘, en inglés).
La acto fue diseñada para denunciar lo que Futuro Vegetal considera un “continuismo” en las políticas del Gobierno castellano que agravan la crisis climática. Según el colectivo, estas políticas perpetúan una desigualdad en la responsabilidad por el daño ambiental, afectando a las comunidades más vulnerables. En su comunicado, citaron un mensaje de Oxfam de 2023 que revela que “el 1% más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad”.
Bilbo Bassaterra, portavoz de Futuro Vegetal, criticó abiertamente al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, afirmando que “las políticas de Sánchez siguen encaminadas a subvencionar a grandes magnates de corporaciones cárnicas y energéticas”, quienes son, según el colectivo, los principales responsables del aumento de la temperatura media del planeta.
La Propiedad de Messi
El especie asimismo hizo hincapié en que la mansión de Messi, adquirida por 11 millones de euros, es una construcción ilegal. Bassaterra señaló que este caso ilustra cómo “la ley no funciona igual para todas las personas”. En este contexto, mencionó que recientemente casi 200 trabajadoras fueron desahuciadas de un cimentación en la isla, mientras que el Partido Popular, en alianza con Vox, planea patentar edificaciones ilegales a cambio de un cuota.
A través de sus redes sociales, Futuro Vegetal expresó que “las instituciones están al servicio de una pequeña clase dominante y no representan la voluntad popular”. El colectivo sostiene que es responsabilidad de la sociedad producir alternativas que satisfagan las micción básicas de toda la población. En cuanto a la Policía, la estructura la considera una “utensilio represiva” que protege a las clases dominantes y que es incompatible con la búsqueda de soluciones efectivas a la crisis climática.
Crisis Climática en las Islas Baleares
La protesta llega en un momento crítico para las Islas Baleares, que atraviesan una de las peores olas de calor y una crisis hídrica que ha llevado a la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua a resolver la alerta. A pesar de esta situación, el gobierno autonómico sigue promoviendo la industria del turismo como la posibilidad a los problemas de la región. En este contexto, Futuro Vegetal afirma que “ahora más que nunca necesitamos estructura popular para frenar a las industrias más devastadoras”.
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