Me siento como una persona normal


El emprendimiento de muchojuventud boliviana con tecnología de punta están ayudando salvar la vida de personas discapacitadas por amputaciones. Algunos de ellos se quedan sin recursos para conseguir prótesis importadas, ya que están valoradas en miles de dólares.

Ricardo Vargas es uno de estos. En 2017Perdió ambas manos tras una explosión de dinamita, algo que suele ocurrir en el país latinoamericano. En el continente europeo existen prótesis que pueden emular perfectamente los dedos y las manos, pero su traslado al otro lado del Atlántico genera un gran desembolso monetario.

Sufrió discriminación por ser amputado

Vargas empezó a sufrir las consecuencias que sufren muchos amputados. Se quedó sin trabajotenía problemas económicos para pagar las facturas y, lo que es más grave, era discriminado socialmente.

Antonio Riveros, ingeniero electromecánico boliviano, ha logrado hacer realidad su sueño. El Encontro Creotec, una empresa que fabrica prótesis para bolivianos de bajos recursos. Los venden a precios bajos, alrededor de 300 dólares. El costo promedio está entre $2,000 y $5,000.

“Muchas personas con discapacidad y amputaciones se sienten aisladas, no salen de casa, muchas abandonan sus estudios y pierden el trabajo”, asegura Riveras al medio ‘La Voz de Bolivia’.

“Me siento una persona normal”

El ingeniero está seguro de que la situación que están viviendo se acerca más a un problema psicológico que físico. “Tres de cada 10 tienen pensamientos suicidas y la mayoría están deprimidos”, afirma.

Ahora, Antonio Riveros es uno de los muchos amputados cuyas vidas han cambiado gracias al proyecto de esta empresa. “Me siento como una persona normal”, dice emocionado.

Fabricar prótesis es todo un desafío. En nuestro país consiguió cambiar la vida de albertouna vecina de A Coruña que nació sin brazos y que, tras una prótesis bioeléctrica, ahora es capaz de realizar todo tipo de tareas básicas.

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