Entramos en casa de Julia, vecina de Teulada, y en su cocina no pueden incumplir las garrafas de agua de 8 litros. Y es que el agua que sale del llave es salada.
“Incluso cuando te duchas notas esa sensación de ocurrir surgido de la playa, el pelo se queda muy reseco”, nos describe.
El pasado viernes, el concejo de este municipio comunicó a sus vecinos que el Centro de Salid Pública calificaba el agua como no apta para el consumo humano por la escasez de agua. No pueden ni refrescar ni usarla para cocinar, pero sí para la higiene personal.
Una situación que se debe a la marcha de lluvias que sufren desde hace un año y a la intrusión flota en el acuífero. “El agua tenía excesos desde que estamos sufriendo esta sequía”, comenta el corregidor, Raúl Llobell. Ahora, esta medida se ha tomado por ese exceso que sale en las analíticas del agua. Y se convierte así en el primer municipio de la Comunidad Valenciana que se queda sin agua potable por la sequía.
“Está muy mala y no vale para nulo”, remarca un vecino. “Tiene mucho sodio y no se puede utilizar”, añade otro.
Entras al supermercado y casi todos salen con garrafas de agua. Nieves Padilla es la encargada y confirma que se está notando “se llevan carros y cargan para casa, el domingo nos quedamos sin garrafas pero ahora tenemos más y la liquidación se ha incrementado”.
Unas medidas que llegan en pleno verano cuando en este municipio del ribereño alicantino incrementa su población.
Los vecinos miran al Gloria y lo que más desean es que llueva para que esa agua que sale de sus grifos vuelva a ser potable.
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