Muere un trabajador tras inhalar anhídrido carbónico en una bodega de Valdepeñas


En la importante bodega de Valdepeñas de Félix Solís están de duelo este miércoles tras conocer que uno de sus trabajadores moría a última hora del martes tras inhalar anhídrido carbónico en uno de los departamentos de las enormes instalaciones de este montón bodeguero situadas en el kilómetro 199 de la autovía A-4 sentido Madrid.

El fallecido es un hombre de 27 primaveras, según han informado a torrevieja news today fuentes del servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha, que recibía el aviso por este hecho a las 22.53 horas, cuando se encontraron al empleado caído e inconsciente, con claros síntomas de asfixia por inhalación de anhídrido carbónico o, mejor dicho, dióxido carbónico, de acuerdo a las normas de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC -siglas en inglés-) de 2005.

Según indican los expertos, el dióxido de carbono lo producen las levaduras en el proceso natural de fermentación. Es un aditivo permitido por la reglamentación de la UE y asimismo se emplea para resguardar al caldo y el concentrado del oxígeno.

En vitivinicultura es muy necesario, ya que ayuda a controlar los niveles de oxígeno, protege el neto, es responsable en buena medida de la maceración carbónica y le da frescor al caldo. Se utiliza, sobre todo en blancos y en algunos rosados, para conseguir que los caldos tengan un emanación peculiar, sean refrescantes y con una cierta manecilla muy ligera.

Hasta la bodega de Félix Solís se desplazaron agentes de la Policía Doméstico de Valdepeñas y una UVI móvil, cuyos profesionales sanitarios llegaron cuando el trabajador aún estaba vivo e intentaron reanimarlo, pero no hubo suerte y falleció finalmente sin que pudieran hacer nadie por guardar su vida.

Frente a este contratiempo gremial, las centrales sindicales CCOO y UGT han transmitido su condena y han lamentado el fallecimiento de este trabajador, exigiendo mejoras en la prevención y en la seguridad gremial.

El responsable sectorial de CCOO-Industria Ciudad Actual, Rafael Muñoz Gómez-Pimpollo, ha pedido «el mayor rigor tanto en la determinación de las causas del siniestro como, en su caso, en la exigencia de responsabilidades». Así, ha anunciado que presentará la correspondiente denuncia delante la Inspección de Trabajo que y seguirá con la máxima atención sus actuaciones investigadoras y sus resoluciones.

El responsable de Industria ha lamentado carecer de representación sindical en las empresas de Félix Solís y que, pese a su cuerpo de empleo, producción y facturación, las medidas preventivas en este holding vitivinicultor «no hayan estado a la pico de su liderazgo sectorial y de su prestigio empresarial y no hayan servido para evitar el siniestro sombrío».

«No entendemos cómo, a estas cielo, siguen sucediendo estos accidentes, cuando los protocolos para el trabajo en bodega llevan primaveras normalizados, y por el propio conocimiento de las empresas vitivinícolas de los riesgos que conlleva exposición a agentes químicos asfixiantes», ha afirmado.

Por su parte, el secretario genérico de UGT FICA en Ciudad Actual, Antonio Torres, ha criticado igualmente que la empresa no cuente con representación sindical ni, luego, con comité de seguridad que vele por la lozanía de los trabajadores y trabajadoras. «No es sólo que nuestra trabajo haya sido siempre impedida en los centros que tiene Félix Solís en Ciudad Actual, Toledo, La Rioja y Catilla y Arrogante, es que incluso los trabajadores y trabajadoras que han intentado afiliarse han sido perseguidos por la dirección y siempre han sido conscientes de que el sucesivo paso, si se empeñaban en seguir afiliados, sería ser despedidos».

«En el siglo XXI no podemos tolerar este tipo de accidentes laborales. Pedimos que se investigue lo sucedido y que la Inspección de Trabajo compruebe si la empresa disponía de las medidas de seguridad que son obligadas y de si estas se estaban utilizando», han manifestado.

Por su parte, la coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales de UGT Castilla-La Mancha, Irene Ortega, cree que «está más que demostrado, y no es casualidad, que en aquellas empresas que no tienen representación sindical es donde más accidentes se producen y donde, con maduro frecuencia, suelen suceder los accidentes laborales mortales. De ahí, nuestro empeño, siempre constante y firme, de pedir la figura del delegado territorial de prevención, precisamente para resistir a todas estas empresas que nos cierran las puertas a los sindicatos».

Ortega recuerda que muchos de los accidentes que se producen en las empresas son evitables si se respeta la norma de prevención de riesgos laborales. «La ley está para cumplirla, más aún si lo que está en surtido es la vida de las personas trabajadoras», ha concluido.

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