La tan esperada dorso a casa de Carles Puigdemont para asistir a la investidura de Salvador Illa a posteriori de siete abriles fugado, que desde que la anunciara el pasado fin de semana mantiene al país en vilo, «puede ser un circo» o eso opina el PP. Si acertadamente «no saben» a ciencia cierta qué puede ocurrir este jueves a partir de las nueve de la mañana (el Pleno arranca tan sólo una hora más tarde a las 10, pero hay manifestaciones convocadas desde primera hora de la mañana), «lo de mañana a a ser la España cañí llevada a su ultima consecuencia». Una obra de teatro «cuyo pendón podría haberlo escrito Valle-Inclán sin cambiar ni una sola coma», dice el vicesecretario asuntos institucionales del PP, Esteban González Pons.
Los populares, que por el momento guardan silencio -incluido su líder, Alberto Núñez Feijóo- sobre le regreso del expresidente catalán fugado a excepción de Pons que ha atendido a los medios a las puertas de la sede en la madrileña calle Génova, augurando un «ridiculo instutucional, político e inrternacional» por parte de nuestro país. Un hecho en presencia de el cual el Gobierno -«y todos»- debería «hacer cumplir la ley», alega el recién seleccionado vicepresidente del Parlamento Europeo preguntado por qué dilación del Ejecutante de Sánchez en caso de que Puigdemont pise suelo castellano.
Puigdemont ha confirmado este miércoles a las 10.30 horas que ya ha emprendido su delirio de dorso a España para asistir al Pleno de investidura de Illa, ya que asegura que, en condiciones de normalidad democrática, él todavía debería estar presente. No se conocen más detalles de ese delirio de regreso a Cataluña a posteriori de siete abriles más allá del vídeo de casi nada dos minutos que ha publicado en redes sociales. Al mismo tiempo del anuncio, su partido, Junts per Cataluña, ha anunciado un acto de recepción al ‘expresident’ catalán a las puertas del Parque de la Ciutadella, donde se halla el ‘Parlament’.
El fugado Puigdemont no sólo ha movilizado a sus partidarios, todavía se han convocado concentraciones de protesta por parte de formaciones políticas como Vox. Mientras tanto, hay dispositivo policial activado y los Mossos d’Esquadra están preparados por si tuvieran que arrestarle en las inmediaciones del Parlamento de Cataluña o en el propio interior del edificio.
«Me avergüenzo de que Zapatero sea expresidente de España»
Siguiendo con el tema de la investidura de Illa, que «se va a comprar con el boleto de los españoles al igual que la de Pedro Sánchez se compró con la igualdad de los españoles», los de Feijóo han solicitado la comparecencia urgente de la vicepresidenta María Jesús Montero en el Congreso para que mensaje sobre la financiación singular para Cataluña acordada entre los independentistas y los socialistas de modo doble. Un pacto que, de consolidarse, dice Pons, hará que «la caja única de la heredad española quede irremediablemente rota y los españoles nos dividamos entre los que pagan siempre y los que cobran siempre».
«¿Sería posible una España en las que todas las comunidades tuvieran un concierto?», se pregunta el eurodiputado popular. «No, sería ficticio e inviable». Luego, «¿por qué los independentistas catalanes tienen este derecho que no tenemos los demás españoles en el tema de la financiación? «Es una pregunta sin respuesta», denuncia.
Elecciones en Venezuela
«El alienamiento y alineamiento de Zapatero con Madurado sólo tiene una explicación: hay un interés crematístico detrás», dice González Pons
Además se ha pronunciado Pons sobre las elecciones Venezolanas y el papel de José Luis Rodríguez Zapatero, que acudió al país como observador electoral internacional invitado por el propio Madurado y que no ha hecho valoración alguna sobre el supuesto fraude cometido por el régimen chavista ni se ha unido a la petición del Reunión de Puebla para revisar las actas. «Las elecciones las ganó la examen por una mayoría abrumadora, esa confusión se produjo un porrazo de Estado y a continuación, terrorismo de Estado. No podemos dejar solo al pueblo venezolano. España debe ser de los primeros países en examinar a Edmundo González», denuncia.
Desde el PP, sienten «frustración» por el papel jugado por el expresidente del Gobierno socialista, que encima no acudió a socorrer a la delegación de senadores populares en Caracas: «Ví cómo mi llamado caía en saco roto, le entró por un oreja y le salió por otro que hubiera compatriotas suyos retenidos«.
Pero «su alienamiento y alineamiento con Madurado solo tiene una explicación: hay un interés crematístico detrás de esta connivencia con un porrazo y con un terrorismo de Estado», acusa al socialista. Por ello, concluye, «me averguenzo de que Zapatero sea expresidente de España».