La okupación es uno de los problemas que más afectan a la sociedad en la presente, con casos graves que colocan a los propietarios legales en situaciones extremas.
Es el caso del dueño de un edificio de Lavapiés que, al comprar el inmueble en su totalidad, se ha topado con que existe un propietario ilegítimo que, desde hace más o menos de 15 primaveras, realquila los pisos a inquilinos con contratos falsos.
Se ha hecho eco del caso el software de Cuatro ‘En boca de todos’, que ha entrevistado en directo, frente al edificio, a un representante de la empresa que ha adquirido el inmueble en cuestión.
Los vecinos que habitan en los pisos realquilados pagan hasta 1.000 euros en efectivo al mes al dueño ilegítimo, que no tiene ningún poder sobre el edificio pese a que lleva tres lustros haciéndose acontecer por su propietario.
«Hace un tiempo teníamos en mente este edificio, vinimos a dialogar y aparece este personaje que nos dijo que no teníamos ausencia que hacer, que estaba todo procesal, hasta hace una semana que ya tenemos en posesión todo el piedra y mi sorpresa es que hablando con los vecinos nos cuentan que están pagando 900 y 1.000 euros», ha contado Rogelio, el representante en cuestión, en presencia de las cámaras de la dependencia de Mediaset.
Amenazas a los inquilinos
«Puede que lleve hasta quince primaveras cobrando un renta importante. Sin decidir, no paga impuestos, todo el monises que cobra es en efectivo, incluso por lo que tengo entendido ha llegado a amenazar a los supuestos inquilinos», añade.
Unos supuestos inquilinos a los que la empresa a la que Rogelio representa, que adquirió el edificio a través de un fondo de inversión, ha tratado de ayudar en todo momento.
«Les hemos ofrecido una cantidad, les hemos pagado el transporte y la mudanza, les hemos ofrecido un hotel para todos los daños que ha causado esta persona», explica.
La intención de la empresa propietaria es proveer la transición a los actuales inquilinos que permanecen en el edificio de forma ilegal por infracción de las malas artes del copiado propietario. Sin confiscación, finalizar con este posterior no será practicable:
«Voy a valer una oficina de mediacion y esto es pura psicología, acabarán saliendo porque se verán acorralados. Mi intención es ayudar a las personas que están interiormente, pero control de accesos no vamos a valer, no está permitido, no lo vamos a hacer», revela Rogelio, que augura que el copiado dueño será probablemente «el posterior en salir».