El Rey cumplió ejemplarmente su papel aquel día y lo sigue cumpliendo desde entonces, aunque el sanchismo y sus aliados insistieron en mantener errores notables, como la idea de que feijo ha perdido las elecciones y está muy relacionado con él, lo que les lleva a considerar que Pedro Sánchez Los ha ganado.
No hay tal. Felipe VI realizó la necesaria ronda de consultas y designó al candidato que presentaba mayor número de apoyos, con sus 137 escaños, 33 de Vox y 2 de UPN y Coalición Canaria, un total de 172. Le faltan cuatro y no No parece que vaya a conseguirlos. Corramos un piadoso velo sobre los esfuerzos de algunos líderes popular fomentar la ilusión de que algunos diputados socialistas, obligados a elegir entre su conveniencia y sus principios, optarían por éstos como un solo hombre. Esto viene a demostrar, por si hiciera falta mayor certeza, que el PP no sabe con quién juega.
Ante ello, Sánchez sólo pudo aportar los 152 escaños del PSOE y Sumar y los 5 del PNV que manifestaron su intención de apoyarle. Juntos, ERC y EH Bildu, que suman los 20 escaños necesarios para la absoluta, se negaron a reunirse con el Rey, por lo que Felipe VI no ha podido demostrar sus intenciones. No parece que estén dispuestos a venir a contarle sus proyectos una vez falle la investidura de Feijó, por lo que el Rey seguirá en el mismo callejón sin salida y no es lógico que cuestiones tan graves se aclaren con chismes: Quelqu’un m’a dit, que cantó con esa serenidad francesa Carla Bruni. Lo que Pedro Sánchez le anuncia no está avalado por una veracidad altamente acreditada y el Rey no tendrá forma de comprobarlo. Pero, además, en la conversación que tiene que mantener con cada líder, es lógico que pregunte tanto a Sánchez como a sus socios qué acuerdos han alcanzado para comprometer ese apoyo. ¿Miente Sánchez al negar la amnistía? En esta ocasión acudirá el líder de Esquerra para ratificar el comunicado que hizo el martes Oriol Junqueras, el Polifemo de San Andrés, ¿que la amnistía ya estaba acordada desde agosto? Usted, entre Junqueras y Pedro Sánchez, ¿a quién le creería? Yo, al mentiroso que más se acerca a la verdad.
Así, afrontamos la segunda hora decisiva del Rey seis años después, con un reto extraordinario, el de tener que rechazar al candidato Sánchez por no poder comprobar que cuenta con el apoyo necesario para la investidura o porque ese apoyo es el producto de un trueque obsceno e inconstitucional, por lo que pasado el tiempo necesario debería disolver las cámaras y convocar elecciones en las que Pedro Sánchez podría presentarse con las velas desplegadas. Al fin y al cabo, el Golfo de Tezanos le asegura que los ganará.