La Convenio de Ajedrez de Rusia (FAR) está considerando la posibilidad de descalificar permanentemente a Amina Abakárova, campeona del Distrito Federal Cáucaso Finalidad, tras ser detenida por presuntamente intentar envenenar a una competidora durante el campeonato de la república rusa de Daguestán.
Según declaraciones de Saszhi Sazhídov, presidente de la Convenio de Ajedrez de Daguestán, a la agencia oficial rusa TASS, Abakárova fue excluida de inmediato del torneo y enfrenta no solo la descalificación de por vida, sino todavía la pérdida de su empleo y un posible proceso penal.
El incidente ocurrió el pasado 2 de agosto, cuando una cámara de videovigilancia capturó a Abakárova esparciendo una sustancia, identificada luego como un compuesto de mercurio, en la mesa de su oponente, Umaiganat Osmánova.
Durante la partida, Osmánova se sintió mal y requirió atención médica, aunque a Dios gracias no hubo más afectados por la sustancia en gran medida tóxica. “Por suerte, Osmánova está proporcionadamente y recibió el tratamiento necesario. Fue enviada a casa y su vida no corre peligro,” informó Alexandr Tkachov, director ejecutor de la FAR, al medio digital Sport-Express.
La Calle Larios de Málaga un punto de disputa para ajedrecistas
En el corazón de Málaga, la emblemática calle Larios se ha convertido en un vibrátil punto de reunión para los amantes del ajedrez. Cada martes, jueves y sábado, decenas de personas se congregan para participar en partidas al tonada escapado, disfrutando de la entorno única de la calle más famosa de la ciudad.
Organizados por José Antonio Sánchez, un retirado malagueño, estos encuentros reúnen a jugadores de todas las edades, desde niños de 8 abriles hasta adultos de 88.
Sánchez, nacido en el ciudadela de la Trinidad pero residente en Francia durante gran parte de su vida, decidió regresar a Málaga tras su renta. Inspirado por la tradición de retar al ajedrez en parques neoyorquinos, trajo esta maña a la calle Larios, instalando seis tableros y doce sillas plegables para maduro comodidad de los participantes.
“Aquí, la masa de todo el mundo se mezcla y comparte su pasión por el ajedrez”, comenta Sánchez, mencionando la disparidad de origen de los jugadores, que incluyen visitantes de América, India, Países Bajos y Suecia.
La iniciativa ha atraído a un clan de 240 personas, quienes valoran tanto el aspecto social como el desafío intelectual del ajedrez. El papel de Sánchez es fomentar el educación y la camaradería. En la calle Larios, el ajedrez no solo sirve como entretenimiento, sino todavía como un medio para unir generaciones y culturas distintas.
En medio de las tiendas de riqueza y los espectáculos de luces, los transeúntes se detienen para observar las partidas, maravillados por la mezcla de tradición y modernidad. Es un ‘lance mate’ al aburrimiento, donde el ajedrez se convierte en el hilo conductor de una comunidad diversa y apasionada.
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