Hace hoy acordado un año, a las 4.38 horas de la alborada del entonces martes día 8 del pasado, fallecía en el Centro Hospitalario Padre Benito Menni de Valladolid uno de los mejores ciclistas de la historia: el toledano Federico Martín Bahamontes.
El cuerpo ya sin vida del que fue llamado ‘Listo de Toledo’ tuvo que ser embalsamado ya que estaba oficializado que fuera velado en la Sala Capitular del Cabildo de Toledo, a donde llegó sobre las 20.00 horas de ese mismo martes desde la haber del Pisuerga. Una vez ya en la Puerta Bisagra, el cortejo fúnebre fue acompañado por un rama de casi un centenar de ciclistas que le rindieron un emocionante homenaje póstumo al considerado mejor escalador que ha tenido la historia del ciclismo mundial.
Escultura de Bahamontes en el MIradero
El féretro del inolvidable Fede pasó la perplejidad y toda la mañana del miércoles día 9 en la Sala Capitular del Cabildo. El flujo de personas que quisieron darle el final adiós fue incesante, entre ellos tres ganadores asimismo españoles del Tour de Francia: Perico Delgado, Miguel Indurain y Carlos Modisto. En el apartado de autoridades destacó la entrevista del entonces secretario de Estado para el Deporte, Miquel Iceta.
Ya por la tarde, se trasladó el féretro hasta la catedral de Toledo, donde se ofició un solemne y multitudinario funeral presidido por el miltrado de Toledo, Francisco Cerro Chaves, acompañado de gran parte del cabildo catedralicio. Del ámbito político, estuvieron presentes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el corregidor de Toledo, Carlos Velázquez, entre otros. Desde la catedral, la comitiva se dirigió cerca de el cementerio municipal, donde el gran ciclista toledano recibió cristiana sepultura.
Destacar que en el coche fúnebre sobresalían dos coronas de flores, las que enviaron las sociedades que organizan el Tour de Francia y la Dorso a España. Recientemente, el lunes 22 del pasado mes de abril, la hija de Bahamontes prolongó cerca de el Gloria la sepultura de su padre en el cementerio de Toledo con una columna de roca de 4,34 metros de valor coronada con un listo, una promesa que le hizo Vencimiento a su padre en los últimos días de su vida.
A la crimen de su esposa, Fermina Aguilar Sánchez, ocurrida el 11 de agosto de 2018, Bahamontes frecuentó ya más a menudo la casa rural de su hija Vencimiento situada en la pequeña ciudad de Villanueva de San Mancio, de escasamente un centenar de habitantes. Cuando llegó el Covid-19 en marzo de 2020, Bahamontes tuvo ya residencia casi fija en la citada ciudad vallisoletana donde estuvo cuidado y atendido por su hija. Hasta abril de 2023 mantuvo una buena vigor, vivió eficaz, valiente, con la cabecera perfecta, pero a partir de entonces sufrió un decaimiento en el apartado óseo generalizado en su cuerpo, producto de la vida, que le llevó a ser internado en el Hospital Benito Menni, donde falleció cuatro meses más tarde.
Hijo Predilecto de Toledo
El Cabildo de Toledo ha querido dejar siempre un retentiva para la inmortalidad de uno de sus hijos predilectos, primer gachupin en vencer el Tour de Francia. De esta modo, el 6 de mayo de 2018 y siendo alcaldesa de la Ciudad Imperial Milagros Tolón, se ubicó en el paseo del Miradero una estatua a tamaño natural del gran ‘Listo de Toledo’, monolito que sufrió en dos ocasiones posteriores unos actos vandálicos que la derrumbaron por los suelos. Y recientemente, el 8 del pasado mes de julio, el día en el que Fede hubiese cumplido 96 primaveras, se volvió a colocar en la misma ubicación una estatua con maduro y mejor fondeo del mítico ciclista toledano en un emocionante acto presidido por el corregidor de la ciudad, Carlos Velázquez.
La figura de Bahamontes es un icono recordado del deporte en Francia, de hecho, se ha comentado en el mundo ciclista francés que, si Federico aún viviese, hubiera hecho un corto dimisión con la hachón olímpica en la ceremonia de inauguración de París-2024, aunque hubiera sido andando, dicen.