Han pasado siete abriles desde que Carles Puigdemont pisó por última vez suelo gachupin. Hoy, jueves 8 de agosto de 2024, vuelve y lo hace con todas las miradas puestas en el Parlament de Cataluña. Allí, podría retozar su última tanto con el objetivo de interferir en la investidura de Salvador Illa. Su intención es personarse al pleno tras estos abriles fuera de España huido de la equidad.
Por el momento, ha hecho su aparición en el Curva del Triunfo de Barcelona. Acompañado por el presidente del Parlament, Josep Rull y otros líderes de su partido, el expresident se ha hendido paso por la calle Trafalgar hasta el escena.
Sobre él pesa una orden de detención, por lo que hubiese podido ser arrestado de inmediato. Sin bloqueo, el expresidente ha pasado entre la multitud de personas que lo esperaban sin que los Mossos hayan actuado. Por lo tanto, Puigdemont no ha sido detenido en su venida a Barcelona.
En el golpe al parque por la avenida Marquès d’Argentera, la única entrada habilitada esta mañana por los Mossos d’Esquadra, Puigdemont podría afrontar esta posible detención, ya que deberá producirse el filtro policial.
“Pase lo que pase, espero que podamos retornar a vociferar ‘Visca Catalunya Lliure'”
Ha intervenido en un acto anejo al Parlamento catalán defendiendo que “no es ni será nunca un delito hacer un referéndum”. “Aunque nos han querido hacer mucho daño, hoy he venido a memorar que aún estamos aquí”, ha expresado. “Hace siete abriles que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña, hace abriles que empezó una durísima represión”, ha lamentado Puigdemont. “Han convertido en ser catalán en una cosa sospechosa”, ha continuado. Zanja alegando que: “No nos interesa estar en un país en el que las leyes de amnistían no amnistían”.
El discurso no ha sido muy espléndido y ha concluido señalando, de nuevo, la intención independentista: “No sé cuando nos volveremos a ver. Pero, pase lo que pase, espero que podamos retornar a vociferar ‘Visca Catalunya Lliure'”
“No es ni será nunca un delito hacer un referéndum”
Miles de independentistas esperan congregados anejo al Parlament en presencia de la venida del expresidente catalán. Al acto de bienvenida convocado por Junts han acudido entidades independentistas como la ANC, Òmnium Cultural, el Consell de la República. Y los CDR se han adherido a este acto para arropar a Puigdemont en su retorno.
El expresident, en estos momentos, no sigue a la cúpula de Junts que anda entre la multitud. Tras la intervención ha desaparecido.
Su intención es asistir al pleno de investidura del socialista Salvador Illa, aunque podría ser aplazado en caso de que Puigdemont fuese detenido.
¿Qué pasaría si lo detienen?
Desde el mismo momento de la detención, si se produjese, se pondría en marcha la maquinaria en el Tribunal Supremo. Se notificaría al magistrado Pablo Llarena, magistrado instructor, y empezaría a valer el tiempo. La situación se tendría que resolver en 72 horas, los tres días que marca la ley. Se avisará a las partes, se concretará la hora de la comunicación y Puigdemont sería trasladado a Madrid. Previsiblemente, el magistrado le tomaría comunicación en el Supremo por el delito de malversación (condición de la que no ha sido amnistiado). Entonces, Puigdemont podría acogerse a su derecho a no determinar y las partes podrán pedir medidas cautelares. Eso significa que podría ingresar en prisión en tiempo récord.
A las 10:00 horas de la mañana está prevista la investidura del Illa, luego de catorce abriles sin gobierno socialista en Catalán.
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