Una magistrada del Auditoría de lo Contencioso-Oficinista 12 de Barcelona aceptó la petición de la Fundación Española de Abogados Cristianos para paralizar la eutanasia a una muchacha de 23 abriles, que solicitó a su vez su padre. La chica presenta un trastorno meta de la personalidad y un trastorno obsesivo compulsivo, encima de una inmovilidad completa en las piernas por una agravio medular que se produjo tras intentar quitarse la vida en 2022, tal y como especificó la Fundación. Este miércoles hemos conocido que será el Tribunal Superior de Honestidad de Cataluña el que decida qué audacia tomará con respecto al caso, que continúa sin avances por orden de la misma jueza.
Cristina Vallés, presidenta de la Asociación Derecho a Vencer Dignamente, explica a torrevieja news today Noticiero que suele ser frecuente la paralización del proceso de eutanasia una vez ha sido otorgada. Ahora aceptablemente, el quid de la cuestión está en quién puede pedir que no se le aplique la asesinato.
¿Cómo se puede paralizar la eutanasia una vez se ha aceptado?
“La persona que pide la eutanasia es la única que puede animarse sobre su propio final, nadie más puede intervenir“, asegura la misma. En el caso de la chica de Barcelona, fue el propio padre el que instó a la jueza a paralizar el proceso. Fuentes de la Fundación aseguraron a su vez a Europa Press que la muchacha escribió una carta el 29 de julio donde pedía “retrasar la eutanasia porque tenía dudas”, aunque al día sucesivo manifestó que quería seguir delante con el procedimiento.
Vallés incide en que se negociación de un “derecho individual“. A pesar de que faltan informaciones para conocer exactamente qué ha llevado a la jueza a no aplicar la eutanasia sobre la muchacha, la experta puntualiza que se negociación de un proceso “muy grande y garantista“. Un médico responsable, a posteriori de evaluar las condiciones en las que se encuentra el paciente, es el encargado de cursar el dictamen -que puede ser o no favorable- a una dupla. Esta a su vez nombra a una Comisión de Seguro y Evaluación que está compuesta por un retrete y una persona de leyes. “Finalmente la Comisión es la que resuelve el caso“, subraya.
En líneas generales, así es como se puede paralizar la eutanasia aunque siempre es posible presentar una “petición administrativa” que es lo que ha sucedido en el caso de la chica de 23 abriles.
Un tercio de las personas que piden la asesinato asistida mueren mientras se tramita el proceso
La asociación Derecho a Vencer Dignamente ha denunciado en varias ocasiones los obstáculos para acogerse a la prestación. Recordemos que en España la eutanasia es un derecho de todos los españoles, que aparece recogido en la Ley 3/2021 Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE). La norma entró en vigor en 2021, y desde la estructura creen que en todo este tiempo el procedimiento se puede retrasarse hasta los 75 días, cuando el escrito recoge que no puede alargarse más allá de 35. Así, explican que un tercio de las personas que piden la eutanasia terminan falleciendo mientras se tramita su solicitud. “La ley está pensada para pocas personas que lo necesitaban muchísimo”, comenta Vallés.
Los requisitos actuales para acoger la eutanasia
Hay cinco condiciones que deben darse para acoger la eutanasia en nuestro país, que se detallan en la LORE y pueden hallarse en la página web del Empleo de Sanidad.
Por un banda, quien la solicite deberá ser decano de perduración constitucional y estar totalmente consciente en el momento en el que inicie el procedimiento. Igualmente deberá tener la país española o la residencia constitucional interiormente del país castellano. Una condición indispensable para solicitarla será el padecimiento de una enfermedad trascendental e incurable, o una patología trascendental, crónica e imposibilitante que esté aprobada por un médico responsable.
Tal y como aparece en la LORE, la situación se refiere a limitaciones que “llevan asociado un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable para quien lo padece, existiendo seguridad o gran probabilidad de que tales limitaciones vayan a persistir en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría apreciable”.
El cuarto requisito es sobrevenir realizado dos solicitudes de forma voluntaria y por escrito, o por otra vía que de constancia, con un tiempo de separación de al menos 15 días entre ambas. El extremo será prestar un consentimiento informado previamente a acoger la prestación de la asesinato asistida.
Cristina Vallés asegura que una vez han aceptado su solicitud, la persona que pide la asesinato asistida entra en un “período de más tranquilidad” porque sabe el momento exacto en el que la recibirá. “El paciente ha podido tener más tiempo para acogerse a las despedidas en los casos donde ha sido positiva su audacia”, añade.
El apelación presentado por Abogados Cristianos argumenta que la muchacha sufre varias patologías de vitalidad mental como la bipolaridad, la depresión o el trastorno meta de la personalidad. Alegan que por ello no puede pedir la eutanasia, poco en lo que no están de acuerdo en la Asociación Derecho a Vencer Dignamente donde especifican que “una persona con enfermedad mental puede ser competente para solicitarla si está en algunos de los contextos de increíble curación”.
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