En el pequeño municipio malagueño de Alozaina se esconde una propiedad inmobiliaria que se sale de lo popular. Una casa incrustada en una cueva, con 12 habitaciones y una cascada natural, que está a la traspaso por 4,7 millones de euros. La finca está situada en el corazón del Valle del Guadalhorce y combina el riqueza con la naturaleza, tal y como destacan desde el portal Idealista.
El inmueble se utiliza actualmente como un retiro de yoga y está estratégicamente enclavado en la talud de una montaña, permitiendo a quienes lo visitan disfrutar de un entorno de paz y serenidad. Cuenta con diversas zonas de meditación, salas de fricción y espacios dedicados al refrigerio.
Una de las estancas excavadas en la roca
Uno de los instrumentos más destacados de esta propiedad es su piscina de agua dulce, alimentada por las cascadas del río Jorox, que fluye a través de las cuevas naturales del ocupación y proporciona una experiencia única, por otra parte de integrar perfectamente la casa con el entorno natural que la rodea.
En su interior, dispone de 12 habitaciones, cada una con un diseño exclusivo y baño privado. El salón-restaurante puede abrigar hasta 20 comensales, mientras que la terraza, con capacidad para 16 personas, ofrece vistas impresionantes del valle. Por otra parte, una acogedora cabaña situada debajo del edificio principal añade un toque extra de encanto a la propiedad.
Se utiliza como retiro de yoga y cuenta con salas de meditación
El propietario contemporáneo ha dedicado los últimos 30 abriles a amparar y mejorar la casa para que esa avenencia con el paisaje. En la pequeña pedanía de Jorox residen casi nada 50 personas, lo que ofrece tranquilidad y la posibilidad de realizar actividades al música disponible como senderismo y barranquismo, convirtiéndola en el ocupación consumado para los aficionados a la naturaleza.