La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó el informe esta semana ‘Panorama de la educación 2023’ que destaca cómo El 27 por ciento de los españoles entre 25 y 34 años solo tienen educación básica, por lo que más de uno de cada cuatro jóvenes de esas edades decidió no continuar en las aulas una vez finalizada la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Por tanto, no cuentan con Bachillerato ni título medio en Formación Profesional. Un porcentaje que casi duplica la media de los países de la OCDE, que se sitúa en el 14 por ciento, y quince puntos más que el de los estados de la Unión Europea. El trabajo del organismo internacional no ofrece datos por comunidades autónomas pero las estadísticas del Ministerio de Educación detallan que yEl 23,5 por ciento de los castellanos y leoneses de esa edad tienen un nivel de formación inferior al segundo ciclo de Educación Secundaria. Es decir, ha permanecido en Tercero de la ESO. Una tasa muy similar a la del conjunto de España, que es una décima superior. La misma cantidad de menores de 35 años en la Comunidad (el 23,7 por ciento, en concreto) tiene el título de bachillerato y más de la mitad (el 52,8 por ciento) tiene estudios superiores.
Los datos del Ministerio, consultados por la Agencia Ical, muestran que existen diferencias en cuanto a sexo ya que las mujeres jóvenes tienen un mayor nivel de formación en Castilla y León. Es algo muy claro entre las personas menores de 35 años que tienen estudios superiores, ya que el 59,5 por ciento de las mujeres tiene este tipo de estudios, lo que supone casi trece puntos más que entre los hombres. En cuanto a los castellanos y leoneses de entre 25 y 34 años que no tienen la enseñanza obligatoria, Las mujeres también están en mejor posición: representan el 19,1 por ciento frente al 27,4 por ciento de los hombres..
A pesar de que uno de cada cuatro jóvenes de la Comunidad sólo tiene educación básica y está muy lejos de la media de los países de la OCDE y la UE, Castilla y León alcanzó en 2022 el porcentaje más bajo de la serie histórica desde 2002, cuando se situó en el 35,3 por ciento. Hasta el punto de que en los últimos veinte años, esta tasa superó ocho veces el 30 por ciento. Además, desde 2016 siempre ha estado por debajo de ese nivel y ha habido un descenso constante salvo el repunte de dos puntos en 2020, cuando pasó del 27 al 28,9 por ciento, motivado por la pandemia de la COVID. En el último año se registró la mayor disminución de todo el período, ya que pasó del 28 por ciento en 2021 al 23,5 por ciento el año pasado.
La OCDE recuerda que la probabilidad de tener un empleo aumenta con el nivel educativo alcanzado, pero varía en función del tipo de estudios. Algo que destaca otra estadística del Ministerio de Educación que especifica que El 16,7 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 34 años que han llegado a Tercero de la ESO en la Comunidad no estudian ni trabajan. Un porcentaje que desciende entre quienes tienen bachillerato o estudios superiores hasta el 9,6 por ciento. En cualquier caso, son tasas inferiores a la media nacional, que se sitúa en el 20 y el 10,4 por ciento, respectivamente. Hay que recordar que la ESO normalmente se toma entre los 12 y los 16 años, aunque existe una modalidad para adultos.
Son porcentajes elevados pero, como ocurría anteriormente, inferiores a los registrados en lLos años 2013 y 2014, cuando la tasa de ‘ninis’ en la Comunidad alcanzó el 26,3 por ciento. Un dato que guarda relación con la elevada tasa de abandono escolar prematuro, que el año pasado se situó en el 9,9 por ciento. Es decir, uno de cada diez jóvenes de entre 18 y 24 años no ha finalizado la segunda etapa de Educación Secundaria y no ha continuado con algún tipo de formación. Como en otros parámetros, el porcentaje es inferior a la media nacional, en concreto cuatro puntos menos. El dato más positivo, ofrecido por el Ministerio de Educación, es que la tasa muestra una mejora de casi doce puntos respecto a hace diez años.
El informe ‘Perspectivas de la OCDE sobre políticas educativas’, consultado por Ical, valora que, durante la última década, España ha logrado avances “significativos” en la reducción del abandono educativo temprano, hasta el 13,9 por ciento, aunque todavía presenta una de las tasas más altas entre los países más desarrollados y la Unión Europea, con diferencias “considerables” entre hombres y mujeres.
Además, mientras varias comunidades autónomas ya han alcanzado el objetivo marcado por el Marco Estratégico de Educación y Formación ET2020 de una tasa de abandono inferior al nueve por ciento (País Vasco, Cantabria y Navarra), otras todavía están muy lejos de lograrlo. apuntar. Entre ellas se incluyen seis comunidades autónomas con tasas superiores al quince por ciento como Castilla-La Mancha, Andalucía, Valencia, Cataluña, Baleares y Murcia. Castilla y León se sitúa en la zona media, situándose en la horquilla entre el nueve y el doce por ciento.