Torás, El Toro y Barracas advierten a la población de la descendimiento de los niveles del acuífero que comparten y piden que se haga un uso responsable de los capital hídricos
Los habitantes de las pequeñas localidades castellonenses de Torás, El Toro y Barracas tienen prohibido desde este viernes colar sus vehículos, regar los jardines y satisfacer -o reponer- las piscinas privadas para hacer «un uso responsable» del agua potable y evitar problemas de aprovisionamiento más delante.
Así consta en un edicto municipal emitido por los alcaldes de los tres pueblos del interior -que suman 700 personas empadronadas- en el que informan de que «adecuado a la situación de sequía» y al «aumento de la población de este verano» los niveles del acuífero que comparten las tres poblaciones han bajado «considerablemente».
Adicionalmente, desde el Comunidad se ha suprimido el riego de los parques y jardines, así como el llenado de la piscina municipal, y se van a cerrar las fuentes.
Una situación que no es nueva en la Comunidad Valenciana. A las restricciones al riego en el campo en algunas zonas, adecuado a la escasez de lluvias, se sumaron la semana pasada las adoptadas en Teulada-Moraira. El consistorio alicantino calificó el agua como no apta para el consumo, por lo que no se puede usar para libar, cocinar y preparar alimentos.