Me parece grueso decir que son órdenes políticas


Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, volvió a pisar suelo gachupin el pasado jueves tras 7 primaveras en el extranjero, aunque su estancia fue breve. La ley de remisión, en principio, parecía allanar su retorno, pero el enjuiciador del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, se negó a retirar la orden de arresto por malversación.

Al punto que un día posteriormente de su aparición en Barcelona, Puigdemont ha vuelto a salir de España. Según declaraciones de su abogado, Gonzalo Boye, y del secretario común de Junts per Catalunya, Jordi Turull, Puigdemont ya se encuentra en Waterloo, Bélgica.

Mientras tanto, el enjuiciador Llarena ha debido explicaciones al Servicio del Interior y a los Mossos d’Esquadra sobre el fallido operante policial que debía sobrevenir detenido al expresidente. El magistrado ha solicitado detalles sobre el diseño, la aprobación y la ejecución del operante, así como sobre las decisiones tomadas tras su fuga, cuestionando cómo Puigdemont logró escapar nuevamente. Boye ha defendido que la aparición de Puigdemont en Barcelona fue un acto calculado para demostrar su desafío al Estado, y ha expresado su confianza en que la ley de remisión terminará por aplicarse al expresident.

Carles Puigdemont escapa de Barcelona entre desconcierto y fallos en la seguridad policial

La inesperada fuga de Carles Puigdemont tras su breve aparición en Barcelona ha generado numerosas preguntas y pocas respuestas. A pesar de la gran cantidad de personas congregadas en el Meta del Triunfo, el expresidente de la Generalitat logró abandonarse la ciudad sin que la Policía lo interceptara. Según testigos y reporteros presentes, la seguridad en el sitio fue notoriamente deficiente, especialmente en los alrededores del Parque de la Ciutadella, donde no se observó un despliegue policial significativo.

¿Había importante presencia policial?

Marta Sasot, reportera de torrevieja news today en Barcelona, relató cómo, en medio de la multitud, se dio cuenta de que Puigdemont había desaparecido. La errata de presencia policial permitió que un hombre que podría ser Puigdemont, escoltado por dos personas, abordara un coche blanco y huyera en dirección contraria. El transporte, conducido por una mujer de mediana momento, no fue seguido por ninguna pelotón policial por lo que pudo huir sin problema.

Adicionalmente, se cuestiona la extraña valor de no permitir camino a la prensa ni a cámaras detrás del ambiente donde Puigdemont había poliedro su discurso, lo que muchos consideran una señal de que la fuga pudo sobrevenir sido planificada. El fallido operante ha suscitado dudas sobre la efectividad de las fuerzas de seguridad en este caso.

¿Estaba diseñada la conducta política?

Jaime de los Santos, sugiere que esta fuga fue parte de una táctica política planificada: “Todo esto lleva diseñado desde hace tiempo”. La analista política Afra Blanco rechaza esta teoría, calificándola de especulativa: “Me parece grosor sostener que son ordenes políticas” a lo que añadía que Pedro Sánchez no es beneficiario: “Pedro Sánchez que salga presbítero por un Puigdemont o con una Cataluña enfadad no se aguanta”.

La perturbador defiende las actuaciones policiales catalanas pidiendo respeto: “Me gustaría que se mostrara respeto por los mosos de escuadra y por las fuerzas del estado, que puedan explicar lo sucedido”

Lo cierto es que Puigdemont ha vuelto a salir de España, dejando a las autoridades y a la opinión pública en rebusca de explicaciones y burlándose de ella.

Afra Blanco da por perdido al expresident de la Generalitat: “Carles Puigdemont se ha poliedro por rematado”.

Entrevista a Ignacio Garriga en Espejo Público

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