un “muro humano”, un sombrero de paja y una silla de ruedas


Carles Puigdemont escapa de nuevo de la Rectitud española. Este jueves, el expresident catalán consiguió dar un discurso bajo el Curvatura del Triunfo en Barcelona, pero los Mossos d’Esquadra no pudieron detenerle pese tener todo un dispositivo exclusivo desplegado y una ‘Operación Trullo’ activada.

Un “tapia humano” que lo amparaba, un sombrero de paja para camuflarse y un coche a punto con una arnés de ruedas como disimulo: así logró Puigdemont sortear a los mossos que intentaban arrestarlo en su regreso a España a posteriori de siete primaveras.

Sí que detuvieron a dos mossos por, presuntamente, colaborar con Carles Puigdemont para ayudarle a huir de Barcelona. El primer agente sería el dueño del coche en el que huyó Puigdemont, que fue puesto en franqueza provisional horas más tardes. El segundo agente arrestado sigue bajo custodia policial.

Puigdemont lleva en Suiza desde 2017, tras la confesión de independencia de Cataluña de forma autónomo y este jueves consiguió pisar circunscripción gachupin y esquivar la orden de detención que pesa sobre él por malversación, un delito que no está amparado en la nuevo aprobada ley de condonación.

Él mismo había anunciado su regreso para este 8 de agosto coincidiendo con el Pleno de investidura de Salvador Illa, que consiguió los 68 votos necesarios. Su intención era asistir al Parlament. Ahí es donde la Policía catalana preveía detenerlo. Sin incautación, tras su discurso, el expresiente huyó con sombrero y se fue en coche

El conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, ha asegurado este viernes que los Mossos d’Esquadra no se esperaban “un comportamiento tan indigno” del expresidente de la Generalitat.

Las maniobras de distracción planificadas al detalle funcionaron y Puigdemont pudo huir. De momento, se desconoce dónde se encuentra. Los Mossos d’Esquadra creen que sigue en España mientras su entorno asegura que ya ha nacido del país.

Una arnés de ruedas y un sombrero para disimular

El comisario caudillo del cuerpo, Eduard Sallent, reconocía en rueda de prensa que los Mossos no tenían de una “operación operativa y de inteligencia” sobre el paradero de Puigdemont, ni tenían pistas sobre su entrada a España.

Por otra parte, asegura que los agentes de paisano desplegados en la zona donde se había organizado el mitin de Puigdemont lo vieron en el mismo instante que los ciudadanos que seguían el acto por televisión: “Lo visualizamos acompañado de una masa y autoridades políticas, lo que no hace oportuno ni idóneo la intervención en ese momento”.

Cuando terminó su breve intervención se despidió, abandonó rápidamente el tablado y se adentró en la comitiva de altos cargos de su entorno -entre ellos Jordi Turull, presidente del Parlamento de Cataluña-. Los agentes vestidos de paisanos intentaron acercarse en ese momento a Puigdemont, pero “una masa de personas configuró un tapia” les cerró el paso, ha detallado Sallent.

En ese momento, le perdieron de pinta. Oculto entre la masa que lo arropaba, Puigdemont aprovechó para deslizarse en torno a una carpa próxima montada con motivo del acto, donde tanto él como Turull se colocaron unos sombreros de paja, idénticos al que usaban los miembros de la ordenamiento del acto. Un complemento que usaban para ver quién sí y quién no podía estar en el backstage y que ellos usaron para acaecer desapercibidos.

Desde allí, se movieron con ligereza hasta un coche de color blanco -propiedad de un mosso- que llevaba una arnés de ruedas sobre el asiento del copiloto, visible desde fuera, con lo que podía acaecer por un coche de discapacitado con permiso para estacionar en una zona privilegiada.

Una vez subido en el coche, el transporte pisó el acelerador y emprendió la fuga a toda velocidad, perseguido por los Mossos d’Esquadra, con una conducción “no rectilínea” que despistó a los agentes.

El turismo entró en una vía de circunvalación, aún con el coche de los Mossos detrás, pero un semáforo en rojo cerró el paso al transporte policial y dio al expresidente catalán unos minutos de delantera que fueron claves para cerciorarse la huida.

Los Mossos preveían detener a Puigdemont, pero…

Los Mossos preveían detener a Carles Puigdemont tras su discurso, pero el líder de Junts, tras su mitin, fue protegido por las personas asistentes que crearon “un tapia” y desapareció entre las masas, con un sombrero de paja, conexo a Turull, para subirse a un coche y huir.

“Fueron a una carpa en la que se pusieron un sombrero, se subieron a un transporte y se fueron del área”, según ha explicado el comisario Eduard Sallent, en una rueda de prensa, quien destaca que el dispositivo tenía varios objetivos y que el principal era el de certificar la celebración del pleno de investidura, que se cumplió.

Los Mossos buscan a Puigdemont en España

La policía catalana sigue buscando a Puigdemont en España, aunque el entorno más cercano del líder independentista asegura que se encuentra ya en Bélgica.

“Hasta que no tengamos la evidencia de que está fuera del talento de nuestras competencias, le seguiremos buscando para dar cumplimiento a la orden de detención”, indican los Mossos. “En estos momentos no podemos descartar que esté aquí”, añade.

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Juez Llarena

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