Un día luego de la huida a plena luz del día de Carles Puigdemont tras un corto discurso en Barcelona, la prensa internacional se pregunta como pudo escapar y, lo más importante, dónde se encuentra ahora el expresidente. Durante toda la marcha, medios de todo el mundo estuvieron informando acerca de la aparición y fuga del líder de Junts, sorprendiéndose por la mala acto policial en Barcelona, que ni cerrando Barcelona mediante una ‘Operación Canariera’ pudieron atrapar al Puigdemont.
«El líder catalán Puigdemont evadió el arresto y huyó de España», titula The Washington Post con las declaraciones que hizo Jordi Turull, secretario común de Junts. Para el prestigioso diario estadounidense, la aparición de Puigdemont a Cataluña puede «crear tensión», de nuevo, «entre los separatistas catalanes y Madrid». Por otra parte, desde el informe estadounidense, se hacen las misma pregunta que el maestro del Interior Catalán: «No quedó claro cómo llegó Puigdemont a España para asistir a la manifestación».
El diario anglosajón ‘The Guardian’ es uno de los que más se ha hecho eco sobre lo ocurrido durante el día de la investidura de Illa. Por otra parte de artículos y crónicas sobre lo sucedido, publican incluso columnas de opinión donde nombran a Puigdemont como «la lectura española de Donald Trump». Durante el artículo, no dudan en describir al líder de Junts como un «perdedor de las elecciones, egoísta y polarizador», opinando incluso que su aparición fue «más una pieza que un cardenal de Estado», aunque «tenía un afectado garbo trumpiano». En los demás artículos publicados por el diario anglosajón, ven esta aparición como «poco similar a un concierto de despedida». Por si fuera poco, han sacado ha relucir las estadísticas económicas y educativas que se han vivido durante los gobierno independentistas en Cataluña: «A pesar de ser una de las regiones más ricas de España, Cataluña presenta algunos de los peores resultados educativos del país. Mientras tanto, se estima que en los últimos 10 primaveras el coste de la vivienda en Barcelona ha aumentado un 51% mientras que los salarios han aumentado un 3,4%».
Igualmente desde Reino Unido, ‘The Telegraph’ ha poliedro importancia al espectáculo vivido en el Portería del Triunfo de Barcelona, describiéndolo como un «descarado regreso a España» por parte del expresidente de Cataluña. Añaden, adicionalmente, que la policía catalana fue engañada simplemente por la «intención declarada de Puigdemont de regresar para establecerse su escaño en una sesión del Parlamento de Cataluña». Finalmente, reconocen que el apoyo al independentismo esta «menguando», aunque el regreso del líder de Junts pudo «originar impulso en dirección a la independencia».
El informe más prócer de Francia, ‘Le Monde’, critica duramente a los Mossos, recriminando que Puigdemont se escapó «en presencia de las arrojo de la policía regional». ‘Le Figaro’, desde el país galo incluso, achacan el fracaso de igual modo a la policía autonómica de Cataluña, explicando que el expresidente logró «frustrar a las fuerzas policiales que supuestamente debían permitir su detención». Entreambos diarios concluyen con que Puigdemont consiguió «rehuir la presencia policial» sin complicaciones.
El diario norteamericano ‘Político’, que ironizó el pestillo del Zoo de Barcelona por parte de los Mossos mientras preparaban el dispositivo policial en el Parlamento, informa que «Puigdemont llegó a España el martes y cenó con Turull esa primera oscuridad». Por otra parte, han añadido que la policía catalana «no habían respondido a una solicitud de comentarios al momento de la publicación», poco que si hicieron ayer de la sesión en el Parlamento, cuando confirmaron, tanto al informe estadounidense como a torrevieja news today, que el dispositivo iba a ser «igual que en pasadas investiduras».
Por postrero, desde Italia, el diario con más difusión, ‘Corriere Della Sera’, entienden que lo sucedido pudo provocar un «un terremoto político y contencioso». Por otra parte, en la publicación titulada «el exlíder independentista catalán se desaire de la policía», no han dudado en describir el espectáculo como «el ‘Día de la Marmota’ del 1-O», cuando «algunos Mossos escoltaron al líder independentista en circunscripción de distanciarse de él».