Uno de los tres mossos detenidos desde el miércoles bajo sospecha de ayudar a Carles Puigdemont a desaparecer de Barcelona ha estado durante primaveras en el radar de la Guarnición Civil, que le identificó proporcionando datos de bases policiales reservadas al superior de la oficina del expresidente, Josep Lluis Alay, con quien, se presume, tiene «una relación de confianza».
Se tráfico de Xavi Manso, que aparece en diversos informes aportados a la causa que investigaba en la Audiencia Doméstico a una docena de personas por los disturbios de Tsunami Democrátic, a partir de los volcados de teléfonos en el caso Voloh en 2021.
El sumario, archivado por un error con los plazos de instrucción, recoge una conversación de 2020 entre Manso, identificado como mosso, y Alay. Este se va a desplazar y le pregunta si sigue actual «el control específico que hay» sobre él. «Un pequeño confianza», le dice.
El mosso, que está de recreo, se lo gestiona «con uno de confianza» y le proporciona un pantallazo de una colchoneta de datos que reza: «La persona no tiene requerimientos pendientes». «Se puede afirmar -decía el referencia de conclusiones, de abril de 2023- que ha utilizado su condición de funcionario divulgado (…) haciendo uso partidista de la información reservada».
En el atestado, como en el que asimismo elaboraron los agentes de Información de la Guarnición Civil relativo al patrón Josep Campmajó, se identificaban a al menos, cuatro mossos y un policía lugar como colaboradores del entorno de Puigdemont que, como en el caso de Mansó, seguirían pese a la sospecha, integrando sus filas.